viernes, 24 de mayo de 2024

SOMBRAS EN EL CORDEL


            El viento juega con la silueta en la terraza antigua. Un rumor agiganta las sombras. Llovizna y el cordel sostiene gotas de agua, pequeños diamantes que reflejan tu ausencia. ¿Dónde estarás ahora? La pregunta juega con la camiseta que envolvió tu cuerpo amado. Nadie responde. Sombras. Soledad. Una ausencia que se agiganta en la tarde cuando el candado de silencio atrapa tu recuerdo. Presiento que otro amor despertó en tu pecho. Allí estará jugando mi fantasma, el de mis besos y mi cuerpo acoplado a tus brazos. El perfume de jabón y lejía, atraviesa la terraza donde busco en cada prenda tu presencia. Se expande el perfume de la nostalgia celeste que se agranda en tu alejamiento. ¿Volverás algún día? El cordel solitario acuna broches. Ya, hasta faltan tus risas colgadas al viento. Los broches parecen tus hombros apelando a ser hombre en mi esperanza. ¿Volverás? Serás tan sólo un recuerdo en mis noches solitarias. Apoyaré mi rostro en la almohada para percibir el perfume de nostalgia. Ayer llamó buscándote por tu nombre, no era sino ella que dudó de tu amor.  Sabes, presiente muy en su interior que acá está el verdadero, el que te devolvió a la vida. Yo sabré esperarte. Mi corazón abrumado construirá un nuevo nido para acunarte. Eres más niño que hombre. ¿Maduran los duraznos en invierno sin el calor de unos brazos tiernos? Yo esperaré con mi silencio retratando sonrisas en la calle, cocinando bollitos de anís y nueces, caminando sobre los parques descalza sobre el césped. La lluvia volvió sobre el cordel y sólo queda una camiseta que vuela llevándote mis besos.

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