Dejar el departamento, fue como un acto deliberado de rebeldía...,necesitaba tener un lugar lleno de luz, de plantas , en una palabra quería mi libertad. Quería aire sin contaminación, un aire que llenara ese espacio que no tenía en la ciudad.Además un día me miré en el espejo y me vi realmente , como era, había llegado a pesar 95 kilos, el espejo me dejó una triste imagen de mi misma.¡Yo no era esa mujer!
Comencé a empacar las pocas cosas que me interesó llevar de mi departamento, regalé todo lo que no necesitaba, ya alguien usaría todo lo que tenía talle pequeño.Desde hacía rato, no me movía cómoda con mi cuerpo, mis telas, mis cuadros, y con lo que ocupaban los muebles de estilo que había comprado en ferias y compraventas.
Compré una casaquinta en Luján de Cuyo,con un gran jardín. ¡Pensándolo bien, compré un hermoso y amplio jardín ,con una casa! Un terreno que en verdad estaba lleno de grandes y añosos árboles, frutales y rosales.
El cambio de vida me permitió pintar...y lo hice con tanta pasión , que hasta bajé de peso. ¡Era realmente feliz, me había reencontrado a esa mujer libre y llena de tiempo , que añoraba...! Comencé a usar ropa de algodón muy suelta y cómoda; algunas túnicas ,que traje de Egipto y un gracioso sombrero de paja italiana .Debo haber parecido a quienes me miraban una vieja , muy extraña.
Fue una tarde de otoño,de pronto observé junto a mi , a un chiquilín...que tendría unos ...10 años, era bien moreno, su negro cabello mostraba su condición de coya o aimará.Su silencio me dejó consternada.Me observaba .Yo lo miraba de reojo y le sonreía , sin que supiera ¿por qué? me había sentido cerca de ese niño taciturno .
Al rato,sentí que una dulce voz lo llamaba y que ese extraño lenguaje nativo, que yo desconzco,tenía un mensaje diferente, por su suavidad , a como suelen llamar a sus hijos mis amigas.Salió del jardín calladamente.Como si allí no estuviera un chico.
Cada día sacaba mi atril ,mi vieja silla de madera rústica y medio destartalada, mis telas y mis pinturas .Sacaba todos los pasteles, acrílicos ,óleos,trapos para tener todo cerca y pintar tranquila...Al ratito,allí estaba él, el pequeño...mirándome hacer y rehacer mis cuadros.Al cuarto día, trajo consigo un banquito y también un blok de hojas y unos lápices y carboncillos...;¡ah! y se puso un hermoso y gracioso sombrero de paja.Se sentó muy serio junto a mi y sin mediar palabras comenzó a copiar todo lo que yo hacía
¡Ni una palabra...!Yo a veces cantaba alguna canción que me acordaba y el contestaba con una canció en lo que yo, créo, era quechua o aimará.
Me atreví a dessafiarlo, y deliberadamente tomé uno de sus carboncillo y mientras hacía unos bocetos ,observé su carita para ver ¿qué hacía? .Fue muy simple tomó con toda naturalidad mis lápices pasteles y agregó colores a su trabajo.¡Qué hermosos trazados y dibujos hacía! Cada día lo realizaba mejor; su captación del color y sus matices , la luz y las formas, eran extremadamente bellas.
¡Un extraño escozor me invadía a decir de algun crítico, "santa envidia" Yo no lograba a veces esos ocres intensos ,casi dorados que él conseguía en los atardeceres.
Comenzó a llegar el otoño y el frío; calleron las hojas por todo el parque ,era de una belleza indescriptible , crujientes y escurridizas con el vientito , como la alfombra de un cuento infantil; pero yo tenía junto a mi a ese niño mágico,que no hablaba.¡Seguro que es sordo ,pensé! Pero era tan cómoda esa amistad silenciosa.
Un día dejó de venir...y yo no me inquieté.Era el frío que ya apretaba y penetraba por todos los rincones del inmenso jardín . ¡Era ese frío que parece un espía implacable ,tenaz y egoista.¡Pero al no ver al niño, no oir voces, pensé cada vez más en él.!
Me inquietaba que los postigos y ventanas de madera rústica del caserón de mis vecinos, permanecieran cerrados.Cobré coraje y tomando, mi poncho de lana y mi bastón ,eché a caminar por el sendero hasta el portón , que mudo, me pareció de mal presagio.
Golpeé las manos ,a la vieja usansa campesina y grité.¡Ave María Purisima·...", para mis adentros me sentí tan torpe y ridícula como hacía mucho no me sentía! ¿Quín sabe si son cristianos? Tal vez tendría , que haber dicho" ¡Ave Pacha Mama!" y me reí suavecito.No me recibió nadie, no tuve ninguna respuesta , ya me atreví y entré por la parte trasera de la casa.Vino un feo y viejo perro ,sin raza ,cansino ,a recibirme...,me movió la cola, me olfateó y se sentó tranquilo junto a la puerta. Volví a golpear y de pronto ,salió una mujer joven ,dulce y con una mirada muy sorprendida ,me dijo
_¡Ah, señora usted es la señora del raro sombrero, que pinta ...!
_¡Sí, soy Aurelia Landó y vine a preguntar , por mi amigo ,el niño!
_Perdone..hablo mal el español...Rigoberto , mi hermanito ha vuelto a enfermar y está en la ciudad con mimamá.
_¿Qué enfermedad padece,dije, con gran curiosidad? pensando en bronquitis o paperas.
_Rigoberto tiene leucemia desde chiquito...
Sentí un dolor agudo que me penetraba en el pecho, me apreté al bastón y me sostuve en la puerta.Inconcientemente me llevé la mano al corazón.La muchacha asustada ,me tomó de la mano y me introdujo en la casa.Pasé a una cocina limpia, impecable ,con un olor a pan tibio ya ajos frescos. Yo no podía pensar. Me senté silenciosa. Con mis manos temblorosas me sequé unas lágrimas inoportunas que se me escurrían por las mejillas.
_Señora, no llore...Usted ha hecho muy feliz a mi hermanito.
De pronto , se hizo la luz en mi mente ,mis viejas neuronas respondían...¿Un implante de médula?¿Se podría hacer ?, pregunte dubitativa y sorpresivamente...!
_Podría hacérsele, pero es tan caro,tan caro,que nosotros que somos gente tan humilde ,de campo, e inmigrantes ....dificilmente se pueda hacer
Mi pecho saltaba como el parche de un tambor de guerra ...¡Yo tenía la clave!Salí casi sin saludar...saqué mi auto ,que casi ya no usaba,y partí para la ciudad.!
Llegué al taller de "Totó", mi amigo pintor y escultor, le pedíurgente ayuda.Mi idea era hacer una gran subasta de obras de arte . ¡ Y sí ,mi mundo se revolucionó ya que llegaron amis manos obras de todos mis amados artistas.Esculturas, grabados, aguafuertes en fin todos respondieron como yo había imaginado.
¡Llegó el gran día, la sala estaba repleta de gente , la venta parecía una feria de fin de año! ¡Como flores aparecían en mis manos los cheques que salvarían a rigoberto de su mal! Cuando todo terminó, tiré mi bastón y me desplomé en un sillón viejo con mi regazo saturado de esperanza.
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¡Qué hermoso día.! Los durazneros han florecido hoy y como nunca tienen aroma y color. Voy a salir a pintar. Con mi silla a cuestas y mi insólito sombrero me sentaré a pintar ...junto a Rigoberto Condorí ,que con su ingenua sonrisa y con nuevas pinturas me está esperando.
_¡Hola mi amigo!_
_¡Hola , Aurelia...comenzamos un nuevo cuadro hoy ¿verdad? _
En el jardín un trinar de pájaros alababan la vida.