SAN RAFAEL, MENDOZA.
Un silencioso desierto verde se acicala en la distancia
despeña su espectro un cielo sombreado de nubes blancas
cada parva se desliza sosteniendo un nido hueco
una penumbra desgarra la luz de la simiente.
La arena es color bermeja
el oasis cristalino y un fantasma se esconde
entre los tiestos de barro.
Un águila se agiganta aleteando a la distancia
plumas caen sobre un hombre que dormita
en la canícula.
Se acerca un árbol de acero, esqueleto de otro, vivo.
El silencio sobrecoge.
El desierto verde canta o llora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario