martes, 23 de diciembre de 2025

MI FE

  

Ni una lágrima menos caerá en mi cintura.

Descubriré con rabia mi estupor en los párpados

Buscaré la Verdad, aun escondida en mi interior

La Vida que se oculta en mis venas abiertas

La Muerte que merodea en las esquinas de mi lecho

Esperando que un suspiro corte el hilo sagrado

La esperanza. La Luz infinita de mi ruego.

Sabré que persiste un mañana milagroso en la espera.

 

Vomitaré el desprecio de mi flaco temor a la noche sombría.

Seré hábil revoloteando en los valles de antaño

Donde espera el ángel deslumbrando a la muerte

A la triste mendiga que me busca en el ocaso gris

Arañando el perfil de mi rostro avejentado y ávido

Arañando los brazos que sostienen papeles escritos

Con mis versos estériles y las manos prietas de peonías.

Hay grietas en mi alma, penetrará la luz por sus holguras.

 

La Fe que espera en cada noche de velar en las sábanas

Con el corazón tibio y los labios húmedos de lágrimas.

Una coraza de flores y madrugadas escarlatas me cuidan

Una antorcha azul grana ilumina el camino allí frente a mí.

Una música de cítaras y arpas me acompañan sin fatiga

Un desfile de niñas plañideras me toman de la mano

Me llevan al espacio celeste de la suerte. Juegan.

 

No me aprieta la duda del real paraíso en espera.

Allí estará la Luz. La Verdad y la Vida verdadera.

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