ESPERA SILENCIOSA
Un silencio redondo me cobija.
Alas de pájaros, tibias.
Murmullos tenues que aquietan en la noche mi
espera de tu aliento.
Hay jacintos iluminando mis manos
inmóviles y claras.
Tengo caricias escondidas entre las lilas de
mis sueños.
Tengo caricias como rosas azuladas que te
acercan.
Tu voz adamascada y circular se trepa en mi
silencio.
Nada rompe el tibio amanecer de palabras
innombradas.
Susurran las gaviotas con su batir de alas en
el amanecer
El sol trepa en la arena de durazno
que te espera.
Tú me miras sorprendido.
Estás atónito y callado.
No cabe en tu tamaño humano
mi universo alocado de palomas. No cabe.
Sólo está allí la sorpresa de mi nombre,
de mis sueños de nubes y amapolas azules.
Sólo cabe la espera y mi silencio.
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