Porque...esta enorme maravilla
de extraños cables de acero
me eleva
como un cóndor al cielo
al centro mismo del aire y cerca de las estrellas.
Porque...esta cabalgata inquietante
en un potro de aluminio
que galopa entre las nubes
llenándome de sorpresas y magníficos sueños.
Parece que permitiera
algún previsto milagro
cada uno de sus vuelos
entre las aterciopeladas luces y
aunque nadie lo comprenda
se posa sobre la tierra lentamente
como un ave y tiernamente se aquieta.
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