martes, 20 de septiembre de 2022

EL BOCHA

                   

   Escúchame… Petiso esto es serio, te necesito. Sólo con vos podemos cambiar algo las cosas. Es por don Paco.

                   Cuando le llegó el telegrama de despido al Bocha,  se “pudrió” todo. Justo a la semana siguiente que le pidió plata prestada al padrino, para ir a BS.AS.. Imagínate que nadie mejor que él, para deber “guita”. La mitad de su vida garroneó para sobrevivir. Su infancia heroica en la calle, aconsejado por el padrino. “¡Tipazo bonachón!”Pensar que lustraba botines en la esquina de San Martín y Lavalle. Porque don Paco…fue, es y será bueno de alma. ¿Te acordás los sánguches que traía de su casa, la de la Alameda, para todos los pibes que rondábamos por ahí cerca del ferrocarril o en el mercado “La Pirámide”? Yo, si eran de mortadela con lechuga o tomate, me volvía loco, me gustaban tanto, que a veces le pedía dos, pero él decía: - “Pará “Chueco” dejá pa´los otros que también tienen ganas”- Nunca habló del hambre para no hacernos sentir mal. ¡Un tipazo, el don Paco!

                   Crecimos, algunos bien, otros torcidos, como él decía, te acordás hermano... Eso lo abrumaba. Un día me lo contó, porque nos quería como a hijos; que su mujer nunca pudo darle un pibe. Él, nos metió en el bocho el amor a la Argentina, al “laburo”, nos obligó a estudiar y por supuesto a honrar al equipo de nuestros amores, Boquita. Pero mirá, el Bocha ahora, justo ahora, se metió en un lío. No sé qué vamos a hacer. ¿Me dejás que te recuerde por las dudas? Vos fuiste de los que menos necesitaste del viejo lustrabotas, tenías a tu papá y a tu mamá, los dos con trabajo seguro.  ¡Humildes pero de fierro!.

                   Hace como dos años, don Paco le consiguió al Bocha, un laburo en una empresa contratista del estado, que construye caminos, ahí él, manejaba los camiones. Era bueno al volante. Todos aprendimos  en la chatita de don Paco los domingos después que se terminaba el lustre. El Bocha aprendió a manejar re bien. Y ahí comenzó a laburar con él. Me acuerdo que a veces nos llevaba a comer tallarines que amasaba su “jermu”, después, todos salíamos en la chata hacia la cancha. Banderas, cornetas y el termo con yerbiado y tortitas con chicharrones. ¡Qué época inolvidable, ¿Te acordás?! De acá en Mendoza, él, era hincha del Globo, pero si le daba el bolsillo, más de una vez nos llevó a ver un clásico en la cancha, a ver los equipos de la “capi”, los grandes de la primera. Vos sabés ¿cómo me emociono cuando veo alguna foto que nos sacó en una vieja máquina de su hermano?. Están amarillas pero todavía nítidas. El Bocha me dejó perplejo cuando me llamó desde la frontera. Fijate que llevaba una carga importante por el corredor andino, y lo atrapó una nevada de esas que te dejan varado diez o doce días. Allí conoció a un camionero brasileño que le pidió entregara por él, un paquete en Chile.  Me llamó, el Bocha, porque está en cana. Los gendarmes lo pararon, le revisaron la carga y... ¡Sorpresa! Le encontraron el bagayo. De inmediato me hace viajar para allá, y me encuentro con los “bifes” listos. ¡El Bocha, como idiota que es, preso! Como soy el abogado de todos, comienzo el expediente y lo hago trasladar a Mendoza. Todo un caso. Lo primero que hacen los patrones, es echarlo y dejarlo en banda. Y está bien, hasta ahí todo era de esperar. Pero el carioca no apareció ni por el vuelto. Y don Paco y yo de acá para allá, de un Juzgado Federal a otro. ¿Querés que te diga lo que preguntó el Juez?: -¿Para qué quería la guita el Bocha?-;… y el muy tarado dice que le debía plata a don Paco porque quería ir en avión a ver a Boca. Asistir al clásico con River... no le creyó ni por las tapas, por supuesto; el tipo pensó que le tomaba el pelo. ¡Y lo que le dijo era cierto!; pero no la guita de la “carguita”, sino lo que había pedido prestado plata a Don Paco. ¿No sé que voy a hacer; vos que sos más hábil y estudioso, me das una mano? Pensá los años que comimos juntos mortadela en la calle. Ayudame para que ayude al Bocha. Consultá toda la jurisprudencia que exista sobre la causa, hay que sacarlo a tiempo Sino será uno menos viajando a ver el clásico el mes que viene y sería un pecado. Boquita se merece que otra vez estemos todos juntos con Don Paco en la “Bombonera”. Para eso somos los amigos ¿No?

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