Escúchame… Petiso esto es serio, te necesito. Sólo con vos podemos
cambiar algo las cosas. Es por don Paco.
Cuando
le llegó el telegrama de despido al Bocha,
se “pudrió” todo. Justo a la semana siguiente que le pidió plata
prestada al padrino, para ir a BS.AS.. Imagínate que nadie mejor que él, para
deber “guita”. La mitad de su vida garroneó para sobrevivir. Su infancia
heroica en la calle, aconsejado por el padrino. “¡Tipazo bonachón!”Pensar que
lustraba botines en la esquina de San Martín y Lavalle. Porque don Paco…fue, es
y será bueno de alma. ¿Te acordás los sánguches que traía de su casa, la de
Crecimos,
algunos bien, otros torcidos, como él decía, te acordás hermano... Eso lo
abrumaba. Un día me lo contó, porque nos quería como a hijos; que su mujer
nunca pudo darle un pibe. Él, nos metió en el bocho el amor a
Hace
como dos años, don Paco le consiguió al Bocha, un laburo en una empresa
contratista del estado, que construye caminos, ahí él, manejaba los camiones.
Era bueno al volante. Todos aprendimos
en la chatita de don Paco los domingos después que se terminaba el
lustre. El Bocha aprendió a manejar re bien. Y ahí comenzó a laburar con él. Me
acuerdo que a veces nos llevaba a comer tallarines que amasaba su “jermu”,
después, todos salíamos en la chata hacia la cancha. Banderas, cornetas y el
termo con yerbiado y tortitas con chicharrones. ¡Qué época inolvidable, ¿Te
acordás?! De acá en Mendoza, él, era hincha del Globo, pero si le daba el
bolsillo, más de una vez nos llevó a ver un clásico en la cancha, a ver los
equipos de la “capi”, los grandes de la primera. Vos sabés ¿cómo me emociono
cuando veo alguna foto que nos sacó en una vieja máquina de su hermano?. Están
amarillas pero todavía nítidas. El Bocha me dejó perplejo cuando me llamó desde
la frontera. Fijate que llevaba una carga importante por el corredor andino, y
lo atrapó una nevada de esas que te dejan varado diez o doce días. Allí conoció
a un camionero brasileño que le pidió entregara por él, un paquete en Chile. Me llamó, el Bocha, porque está en cana. Los
gendarmes lo pararon, le revisaron la carga y... ¡Sorpresa! Le encontraron el
bagayo. De inmediato me hace viajar para allá, y me encuentro con los “bifes”
listos. ¡El Bocha, como idiota que es, preso! Como soy el abogado de todos,
comienzo el expediente y lo hago trasladar a Mendoza. Todo un caso. Lo primero
que hacen los patrones, es echarlo y dejarlo en banda. Y está bien, hasta ahí
todo era de esperar. Pero el carioca no apareció ni por el vuelto. Y don Paco y
yo de acá para allá, de un Juzgado Federal a otro. ¿Querés que te diga lo que
preguntó el Juez?: -¿Para qué quería la guita el Bocha?-;… y el muy tarado dice
que le debía plata a don Paco porque quería ir en avión a ver a Boca. Asistir
al clásico con River... no le creyó ni por las tapas, por supuesto; el tipo
pensó que le tomaba el pelo. ¡Y lo que le dijo era cierto!; pero no la guita de
la “carguita”, sino lo que había pedido prestado plata a Don Paco. ¿No sé que
voy a hacer; vos que sos más hábil y estudioso, me das una mano? Pensá los años
que comimos juntos mortadela en la calle. Ayudame para que ayude al Bocha.
Consultá toda la jurisprudencia que exista sobre la causa, hay que sacarlo a
tiempo Sino será uno menos viajando a ver el clásico el mes que viene y sería un
pecado. Boquita se merece que otra vez estemos todos juntos con Don Paco en la
“Bombonera”. Para eso somos los amigos ¿No?
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