CRISTIANOS HOY
Ya la Cruz está despojada de Sangre.
Los corderos duermen y los campanarios callan
llegando a la cúspide del dolor de los que lamen heridas.
El odio chorrea en inocentes jirones de carne y piel.
Plañideras las hembras se acurrucan a los pies
de los hombres que amamantaron con miel.
Las cinturas preñadas agrandan las heridas de los clavos y astillas,
atando con cordeles de tripa a los niños ahogados
en sus vientres de barro y miedo.
No lloran la verdad invertida de la muerte.
La Cruz es ahora una mascarada de sombra violada por el odio,
la fragilidad de los corderos impide el desborde "cireneo"
y un càliz se usa para agregar flores a la mesa.
No queda vino. Ya no hay espigas.
Es una poesía maravillosa por la sutilidad del lenguaje y la calidad de las metáforas. Pero no por ello comprometido con la realidad que vivimos.
ResponderBorrarGracias por tu comentario querida Celia, es muy valioso.
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