sábado, 30 de marzo de 2019

MUNDO ACTUAL




El averno que espera un tumulto de escoria alegre
inventando estrépitos de risas o lamentos. Allí,
los susurros son salmodias volátiles y tibias
hay un movimiento inédito en el camino,
la calle se convierte en un río de aguas oscuras,
pestilentes y obscenas. Palabras.  Mentiras.
El amor se pierde en la vereda con mi sombra.
Huyen los pensamientos en pañuelos al viento.
El adiós se esconde entre los vagos recodos de la nada.
Pierdo el solaz armonioso de música de Bach,
en un acorde del órgano infinito en el paraíso.


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