lunes, 15 de julio de 2019

LA MUERTE


             


La mirada mágica me devora.
Lúgubre tiniebla conjura mi palabra.
Repta tu  mirada líquida  en mi piel dormida.
Ávidas sombras retuercen la calle de la vida.
Hay un agobio de neblina en tu mirada, niño.
Es como el secano en el destierro de la noche.
Es una muerte que se anuncia.
Es un dolor que estremece en la piel.
Es un guiño de la sometida oscuridad del invierno
Se acerca el misterio agazapado entre llagas.
Siento un grito.
Siento un desgarro.
Me deslizo por la orilla de la fosa.
Recorro el fantasmal solsticio nevado y frío.
No hay sueños ni esperanzas atávicas.
Silencio.



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