Entre las sombras un arco musical graba la brisa.
El centro distante de la muralla de fuego arderá en silencio.
Madurará el húmedo lamento de los besos, labios sin piel.
Cuenco abierto para acorralar un niño sin alas
Que espera prenderse al ánfora de alabastro de los senos.
Será un tiempo de crecer en la búsqueda fértil.
Agosto será un amanecer alegre entre la mar calma
Rodarán ebrias las miradas por la cintura de tu cuerpo
Esperando los sollozos de la espalda acodada en espera.
Una mirada se pierde a la distancia, el camino del sur
La desatada jungla de turquesas y flores amarillas,
El perfume de almizcle y caléndulas arrastrando el ancho sol
Una luna herida y un grito. Un soplo de nardos.
Esa mujer parada. Quieta. Esperando el amor. ¿Acaso llegue?
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