jueves, 11 de agosto de 2022

¿SERÁ POSIBLE ENCONTRARLO?

             Brian había logrado su meta, el gerente del astillero lo llamó y le dio la noticia. Ahora estaba como capataz y cobraría 58 libras más de sueldo al mes. Temblaba y la emoción lo embargaba. Cynthia, ya no debería trabajar diez horas en los almacenes. Y el pequeño Jimy iba a poder ir al colegio San Andrius.

            Esa tarde salió diez minutos antes y tomó el tranvía que lo dejaba cerca de los almacenes donde en breve aparecerían las mujeres ruidosas y alegres que a destajo trabajan en sus mesas y anaqueles.

            Brian, la vio y alzó su mano para que lo viera. La sonrisa espléndida, le indicaba que estaba todo bien. Un leve beso unió sus labios y alegres caminaron hacia el tranvía.

El comentario sobre su nueva tarea en el trabajo, se transformó en una risa amplia y cálida. ¡Vamos a festejar! Ahora, en el atardecer, con Jimmy, iremos a comer a la “CASA VIEJA”, el comedor de tu amigo Willy y luego nos iremos al parque al mirador para ver la luna, que se avizora por no sé qué raro suceso, estará roja.  

              Ya cerca de su pequeña casa, en los suburbios, buscó Brrian el automóvil que se guardaba en un galpón del vecino. Se usa para casos especiales. Hoy lo usaremos, hay que festejar. Llegaron a la guardería donde Jimmy, los esperaba. Subió feliz al vehículo y relató como una catarata de recuerdos todos los hechos del día. ¡La felicidad se contagia, pensó Cynthia¡

            Al llegar a su hogar, prepararon su mejor ropa dominguera, bañaron y acicalaron al niño, que no paraba de hablar y partieron a la fonda. Allí miraron con ojo clínico el menú, no podían exagerar y gastar por adelantado. Comieron un exquisito plato de pato con patatas. Un postre de fresas con helado y una copa de vino, los adultos. El niño animoso comió con una enorme sonrisa entre bocado y bocado y palmoteó con el postre. ¡Eran felices¡

            Salieron catando una canción festiva y Brian rumbeó hacia el mirador del parque. Detuvo el coche frente a la baranda para observar la luna que iba lentamente tornando de oro en naranja y de rosa fuerte a rojo. De repente, sintió un golpe en la parte trasera del auto y aunque trató de evitar el empujón, el auto comenzó un breve pero loca carrera hacia el precipicio. El vehículo cayó. Sus puertas parecían trampas mortales y de echo lo fueron, sus cuerpos estaban atrapados.

            Un ser que salió de la nada, extrajo el cuerpo de Jimmy tenía cortes y golpes, pero estaba vivo. Brian y Cynthia, yacían en la tierra sin palpitar sus corazones y sin vida. pronto llegaron las ambulancia y un coche de la policía que sacó al niño de su estado de terror y trasladó  a cada uno a un lugar específico: los padres a la morgue, al niño al hospital infantil. Lo atendieron con redoblado amor y dedicación. Buscaron al hombre que lo había salvado, pero no lo encontraron. Era como un ángel de la noche. ¿Era el ángel de la guarda de Jimmy?

            Los tíos del niño tomaron las riendas del tamaño del caso. ¡Una enorme tragedia¡ luego de resolver los trámites legales, recuperaron en parte la vida propia y la del niño. Jimmy nunca olvidó el rostro de ese ser que lo ayudó en su desgracia. Lo comenzó a buscar por la calle, cuando iva a un centro comercial, en la cancha de su deporte favorito. En tods los rincones por donde la vida lo fue llevando.

            Pasaron los años. Un día, vio en la televisión que buscaban noticias extrañas que reivindicara a los seres que sin pedir nada ayudaban en momentos complejos a otros seres humanos. Esto sería genial. Acá iré a buscar a ese misterioso amigo de mi niñez. Ya con veinte años, ¿estaría vivo? ¿Se acodaría de él? Habló al canal, los periodistas vieron que era una gran noticia y colaboraron en la búsqueda.

Pasó el verano y al principio de otoño, avisaron a Jimmy que lo habían encontrado. Se lo presentarían en el canal, frente a multitud de oyentes y virtuales seguidores del programa.

            Esa noche, Jimmy  se acicaló, se cambió tres veces la ropa, nada le parecía aceptable, su tío, ya anciano, le ayudó a manejar el coche hasta el canal. Y allí, lo maquillaron un poco, para que no le brillara ante las cámaras el rostro y lo sentaron detrás de un panel con la figura de un accidente de vehículos,  no sabía que entre ellos estaba la foto de su propia historia.

            Mientras tanto el periodista le hacía un reportaje a su salvador. Dio su nombre, el lugar donde vivía… la Calle y a qué se dedicaba. Era un bohemio que hacía lo que le gustaba, entrar a bibliotecas y leer, caminar por los a parques admirando el paisaje, a ayudar a su prójimo… un verdadero amigo de la vida. le preguntaron si recordaba a ese chico que salvó en el accidente aquella noche. El hombre sonrió… sí, había un niño pequeño que saqué de entre las chapas retorcidas del vehículo. Fue suerte que yo esa noche andaba ppor allí, esperaba ver una enorme luna roja de la que todos hablaban. Supe después que un muchacho alcoholizado los empujó y cayeron… se abrió el panel y Jimmy apareció. El hombre, ya anciano, lo miró sorprendido. Jimmy lo abrazó y llorando le besó las manos. Le debo la vida. Usted es un Ángel. Y el anciano se sentó lentamente y se puso a llorar. ¡Por fin había recibido una enorme, para él, recompensa por todos aquellos que en su bohemia, había ayudado en su vida¡

            Se creó un clima mágico. Los teléfonos saonaban con mensajes hermosos. Todos admiraban la fortaleza de Jimmy para poder encontrar a ese ser maravilloso que le salvó en una noche de luna roja, pero muy negra para él.

 

 

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