viernes, 23 de diciembre de 2016

027 POESÍA


Manos grises
alas de gaviotas heridas
que arrastran sobre el arrecife
un manto de algas impregnadas de cielo.
La profundidad en el agua inquieta de mareas
azules mórbidos del mar.


Manos quietas
socavando el páramo de cieno
con perfume de alambiques rojos
unicornios grimosos.
Hembras inmóviles con rostro de vampiresas. Miran
el cuerpo desnudo de la vida en el pecho.


Manos metálicas
penetrando la lava azul en tiniebla de sueño
desespigando trigales con esferas de hielo o
con tormenta de trombones mágicos
domando         truenos        relámpagos      lluvia.
Ellos haciendo el sonido del viento.


Otras manos muertas    silencio
un sonido de  antaño que en el eco murmura sibilante
el dolor de la ausencia
ojos vacíos en cuencas de piedra.
Hambre de niños que se sientan en la calle solitaria entre los escalones

de piedra esperando una palabra de olor a pan nuevo.

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