Si es cierto que existe una muerte
acompasada
en cada solsticio de domingo
una muerte frugal
yo estaré allí esperando
las manos quietas y dormidas en el regazo
de la noche
como las manos de aquella que pronunció mi nombre.
y me dejaré caer por la calle empedrada, el camino sediento
de una estrella fugaz que me traiga una esperanza.
seré azul en el fuego o naranja en la nieve
seré amapola en las piedras con locura de incienso
trataré de seguir la traza del arco iris que termina en la nada
seré cascabel de carnaval de febrero en una aldea escondida
perderé el miedo al olvido
te seguiré esperando, allí en ese camino cualquiera.
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