martes, 17 de octubre de 2023

GAUDENCIO ALBORNOZ

 

 

            Nació en medio de una feroz tormenta. Y su vida fue tormentosa. El cuerpo de contextura débil, no le impidió sabotear la inclemencia de la niñez. Peleó por el espacio que le ofrecía la familia que le tocó. La perdió siendo un purrete. Siempre perdió.

            Sus noches a destajo de hambre. Su tímida tristeza y la enconada necesidad de salud, lo acercó al límite. Con astucia sorprendente corrigió la insoportable carencia de sostén material. Jugó tan sólo con objetos descartados, en soledad de amigos, creó uno imaginario con el que compartió lágrimas y risa.

            Un día creció como para comprender su realidad e inició una batalla desproporcionada contra la vida. Desmesura y destreza lo acercaron a defender el área donde logró pararse. Ese día le descubrieron la habilidad para la música. Era un barítono de primera. Dotado de una exquisitez incomprensible.

 Una mano interesada lo catapultó por caminos nuevos. Aprendió letras y sonidos que desarrollaron un repertorio inagotable. Cada audición era una fiesta. La radio le abrió el espacio más ambicioso que se pudiera pensarse. Fama y algo de dinero.

           

 

 

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