lunes, 10 de mayo de 2021

UN SONETO

 

Ese fuego que alimenta la sonrisa

se eleva desde el fondo de su alma

regalando a la vida tanta calma

como a otros les impulsa el tener prisa.

 

No hay calor más fuerte que electrice

la mirada de un amante que no alcanza

a tener en el pecho una esperanza,

o los brazos y manos plenas de caricias.

 

Es por esto que yo creo, que  el amor nos eterniza

y nos llena la vida de enorme templanza,

para lograr que se llegue a la vejez amiga

 

con el rumor de un fuego dulce, y alabanzas.

Para que la noche oscura de la muerte desdiga

que no se puede vivir sin dulce calor en el alma.

 

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