miércoles, 15 de septiembre de 2021

9 CARTAS

 

 

            Adoraba al tío Atilio. Moría y me pedía que llamara a Ricardo, amigo incondicional de la niñez. Bajé las escaleras con una velocidad increíble en mí.

            Con mano temblorosa entregó una llave de plata y murmuró un nombre... Elisa. Cerró los ojos y dos lágrimas casi desaparecieron en su piel arrugada y pálida.

            Me entregaron una pequeña caja de madera perfumada, con su tesoro. Salí corriendo, al llegar a una casona de la zona residencial de la ciudad. Fui recibida por una anciana muy elegante y fina. Tomó el cofre; las cartas cayeron como cascada en la alfombra. Comenzó a leer. Estaban escritas en fino papel de hilo con la hermosa letra de Atilio.

 

                                              

            Marzo de 1927

 

            Mí amada niña......

                           Hoy volví a verla. He pasado por décima vez delante de su casa. Usted no me mira. ¡Claro cómo va a fijarse en un pobre muchacho como yo!.... La amo tanto....Sueño con su cabello de color de trigo y el pálido y suave tono de su rostro. A veces la veo jugar con su hermana que no es ni la pálida sombra de su cálida belleza. Siento su clara risa juvenil y sueño con poder hablarle. Le envié un libro de poemas de amor y vi que lo leía sentada en los troncos del jardín mientras se hamacaba entre las flores. Todos los poemas son lo que yo quiero para nuestro mundo. Vuelvo a decirle que la amo.

                        Su enamorado.

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            Adorada Eloisa.....

                          Su traje negro la hace más fina y frágil. ¿Cómo la cobijaría entre mis brazos, para que su pena se calme?  ¡Perder a un ser amado es una tortura, pero no poder hablar al objeto de adoración, una tragedia!... La amo tanto que...creo que voy a enloquecer. Ayer volví a pasar por su casa y vi con dolor, que lloraba junto a su árbol favorito. ¡Cómo hubiera entrado para que , apoyando su cabecita en mi pecho, encontrara un poco de consuelo a sus penas. Perder un ser tan querido, es como perder la luz del sol y todas las primaveras. Insisto la sigo amando, tanto...como puede un poeta amar a su inspiración!.Me imagino una larga conversación con el ser más bello de la tierra. Usted.

                                                                      

                        Quien la adora por siempre.

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Amor de mi vida....

                           Quisiera decirle que las rosas, son mi regalo de cumpleaños, la vi salir vestida para su fiesta de gala en el Jokey Club, parecía una reina. ¿Cómo no ser yo un caballero y poder acercarme para decirle cuánto la amo?

                           Su cabello caía como una cascada de oro por sus hombros. Casi caí desmayado, cuando me miró y me sonrió.... yo estoy necio y creí que sonreía de puro feliz. ¡Estaba tan bella! Elisa amada niña, ya tiene dieciocho años. ¡Pronto no podré verla, seguro que alguno de esos jóvenes con los que bailó el vals, será quien la pueda amar. Yo la vi por las rejas desde la calle, todo el tiempo..., hasta que me sacó la policía.

                           La sigo amando..........

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Amor  

            Cuando la vi partir a Europa (lo supe, por el chofer de su padre), sentí que me arrancaban un tesoro. Tal vez no regrese jamás.... Disfrute de lo que le regala la vida. Mi niña adorada...Cuando camine por las viejas callejuelas de París  y vea las arcadas del Coliseo yo, desde acá iré besando ese viejo y conocido pavimento, que nunca pisaré o tal vez, sí, lo haga pero sólo será para buscarla entre la muchedumbre que ignora mi devoción por "ti...", te he nombrado por primera vez con la confianza que me dan los años de seguirte por todos lados donde tus cadenciosos pasos andan.¡Te amo más que nunca!

                                  

                                                                       Tu amigo y adorador de siempre.

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            ¡Muchacha, corramos, quiero verlo!

            Llegamos a casa, subió con agilidad, entró. Lo tocó, él abrió los ojos.... ¡Cuánta dulzura!

- Amor mío, Atilio, ¿Por qué tardaste tanto en llamarme para decirme que me amabas? Yo también te amé toda la vida...y te esperé.

            Casi habíamos llegado tarde.

                                                            

 

 

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