La piel fatigada sangra
es
marea sin rumbo
El
terrible sortilegio de relojes
rodará
al manantial.
Rojos
misterios oirán tus miradas
mágicos
pedregullos fatigarán tus manos
la
existencia colmada será un arco iris.
Los
sonidos saben que ocultaré
a
mis peregrinos
El
sopor nochero instalará una finísima pluma
de
sangre solar sobre la cumbre.
Correré
una flecha en la marea
tu
playa está inmadura.
Yo
vivía entre la muchedumbre
salvaba
los rumbos
luego
el silencio.
Te
ocultaré el párpado aquietado
la
sonrisa abierta
la
mano de ébano
te
esconderé las miradas tras espinas
que
sangran sin rumbo.
Espérame.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario