¡Odio el fútbol! Pienso que por
culpa de ese juego, los jóvenes de hoy se embrutecen. Cuando digo eso me
quieren linchar. Lo entiendo. Se mueve tanto dinero alrededor de ese deporte.
Justo ahora que va a haber un
Mundial, prendes la tele y ¡qué hay?: fútbol, los anuncios comerciales se la
rebuscan y te meten el balón hasta para vender una galletita, los modistas del
mundo crean ropa inspirados en el fútbol. Hay cocineros que preparan platos con
color, forma y sabor a pelota de… fútbol. Ni te digo, Martina, que hasta he
visto que los mejores grupos musicales se hacen matar para crear una pieza que
represente a… los equipos de las ligas de cada país. Gente que se queja que no
tiene ni un peso en el bolsillo, anda buscando dinero de países del continente
europeo como rublos, euros, dólares, yenes y qué se yo qué, para poder ir a ver
el…fútbol.
Nadie habla de otra cosa que de lo
caro que salen los pasajes para el mundial, de qué van a comer, cómo será el
clima en el fin del mundo donde se juegan los partidos y bueno… ni hablar de la
venta infernal de banderas, camisetas y gorros con los colores de los países
que participan.
¡Pienso, ¿están todos tan locos o
idiotas que no piensan en trabajar, estudiar o disfrutar de otra cosa?; pero
no, veo que el raro soy yo?! En la oficina me miran rarísimo. Creen que soy homo
fóbico y en realidad soy “futbol fóbico”. Soy el “Rara Avis” de los mediocres
que no aman el deporte popular. El resto son los normales. Hacen apuestas, se
pelean, discuten, se creen que van a cambiar el mundo con el balón.
Yo les digo: “¿Che, cuando todo
esto pase, se termina el hambre en el mundo, en África tendrán más agua en los
pueblos alejados, lloverá en el Sahara cada diez minutos, no se quemarán más
los bosques, se terminará el recalentamiento mundial? Y a que no sabés, me han
llegado a tirar con una carpeta y no te puedo pronunciar las palabrotas que
recibo. Me ha dicho sádico, estúpido y bueno de todo lo imaginable.
¡No, no me digás que te gusta el
fútbol, que te vas al mundial! Perdóname
Martina pero acá termina lo nuestro, yo no me pienso casar con una mujer
que deja su facultad para ver un mundial de fútbol… porque el día que tengas un
hijo, capaz que se muere porque vos está pegada al partido entre “Las Toninas y
Palmera Azul” de la concha de la lora. ¡Salí! Me ofende tanta estupidez. Pásame
ese libro que me voy a poner a ver dónde carajo es este nuevo mundial.
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