LÁPIZ ROTO.
La
llegada de Isabella fue para todos en la oficina como
una inyección de alegría y de esperanza. Una joven llena de carácter y
sutilezas, ya que muy pronto conocía las fechas importantes de cada uno de los
compañeros. Ella era alta pero de contextura menuda, con una piel cetrina y
cabellos muy oscuro. De rostro marcadamente anguloso y ojos almendrados de un
color gris azulado, que cambió de pronto en azul oscuro cuando tocada por una
ira irresistible se apoderó de su mundo. En su computadora apareció una fresca
mañana de primavera un extraño mensaje amenazándola de muerte. La impresión la
dejó exhausta, luego de indagar en todo el "buró" y descubrir que
nadie tenía idea del suceso, corrió al tocador del primer piso, encontró en los
espejos escritos con lápiz labial unos mensajes de horror. Llegó el hombre de
seguridad y aconsejó llamar a la policía.
El
detective Rowers, comenzó a hacer una revisión detallada y prolija del lugar,
en determinado momento descubrió en un rincón un "lápiz labial roto",
de una extraña marca importada. Ahí estaba el primer indicio, la persona que la amenazaba era una mujer y de buen pasar económico. sólo habían dos posibles depredadoras: una la gerente del piso 12 y la otra su compañera de oficina, hija del dueño de la empresa. ¿Cuál sería la causa de la coacción? Cuando el inspector vio entrar al nuevo gerente sospechó que para alguna de esas mujeres era un motivo válido. Logró esconderse entre el público y observar. no le cupo duda, allí estaba la culpable. un silencioso cuchillo se adentró en la carne de Isabella en el bufete. cayó silenciosamente sobre la alfombra sin poder articular un gemido. cuando Rowers pudo acercarse a la moribunda, vio que una mujer con altos tacones rojos escapaba por las escaleras y desaparecía entre las mil puertas del edificio. Ahora quedaba seguir indagando a esa mujer.
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