Abuela Julia ¿por qué estás tan triste? Mi maestra dice que
tenemos que estar contentos por todas las cosas que tenemos. Por ejemplo, nos
enseña a ser cuidadosos con el agua. Ella no gasta agua pensando en las
personas de nuestra provincia que muchas veces abren el grifo y ni una gota
sale de allí y por ahí, ve a señoras o señores que lavan el auto o hasta la
vereda con la manguera y dejan correr el agua como si fuera aire. Ya cambia esa
cara abuela, y abrázame porque yo te amo y mis hermanos también. ¿Hasta el
“Firulete”, mi perro te hace fiesta cuando te ve?
Perdóname Agustín, me estaba acordando de mi mamá. Ella era
muy buena y me enseñó tantas cosas… desde chiquita me ayudó con las tareas,
aprendí a tejer, a cocinar y a ser buena compañera con toda la gente y con mis
amigas. Pero un día se fue de este mundo y la extraño, sabes bien que es raro
verme triste.
¿No será por las fiestas de Fin de Año que en pocos días
vamos a festejar? Tal vez por eso te sentís apenada… Mamá dice que tenemos que
estar muy contentos y dar Gracias de poder pedir regalos y cosas ricas para
comer.
¡Ay, Agustín, tal vez tienes razón! Yo pienso que cuando era
chica, no había todo esto de comprar y dale que te compra y quiero ese juguete
y esa tableta y esos pantalones y un sin fin de cosas que terminan tirados por
ahí. Hemos perdido la verdadera razón por la que nos juntamos en Noche Buena y
en Navidad.
¿Por qué abuela? – Y mira ese día es el cumpleaños del rey
de la Creación ,
Jesucristo. Cuando veo que en la reunión no se dan gracias a la vida y ni si
quiera piensan en alguna oración de amor a la familia, no sólo me acuerdo de mi
mamá y mi papá, también recuerdo a mis abuelos. Ellos eran de un país lejano. La Nona era Italiana y el Nono
era Gallego. Eran bastante pobres pero vivían muy felices, trabajaron mucho y
les dieron a sus hijos estudio y le enseñaron que el trabajo es “Dignidad”…
¿sabes que significa ser digno? Es ser “Merecedor”, “Honrado”, “Honorable… y
varias cosas más que se han ido perdiendo”
Mi mamá, Agustín, me enseñó la importancia de no mentir, no
molestar a mis compañeros, lo que ustedes dicen Bullyng o algo así, a querer a
mis padres y hermanos… en fin y en Noche Buena lo Importante no era ni el
arbolito, ni Papá Noel, ni la comida y ni siquiera los regalos, sino agradecer
a Dios por participar de una mesa en familia, abrazando a papá y mamá. A los
abuelos…
- ¿No recibían regalos abuela? - No cuando yo era chica no
se recibían en Navidad, sino el 6 de Enero cuando esperábamos a los REYES
MAGOS. Ellos habían entregado a Jesús en Belén, tres cosas. ¿Sabes qué? –No
abuela, no me acuerdo.- Oro, Incienso y Mirra.
- ¿Y eso que es? – dijo Agustín. –Tanto que te gusta buscar
en Internet averígualo y luego me cuentas… Ja. Ja .Ja te embromé. Y aprende que
“No hay mejor Navidad que la que se Vive en Amor Familiar” ¡Es el cumpleaños de
Nuestro Señor Dios, Jesucristo! Y déjame hacer mis cosas que estoy llena de
tareas.
Agustín esa noche soñó con tres reyes vestidos con coronas
de oro y piedras, cuando despertó se restregó los ojos y se prometió portarse
mejor y un poco más todavía en Navidad.
Tolón-Tilín, este cuento llegó a su fin
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