Nuestra sorpresa al llegar fue estar alojadas en medio de un bosque.
Cerca de Francia en un rincón llamado IRÚN. ¡Salvo el autobús que pasaba cada
dos horas, no teníamos como llegar al centro de la ciudad! Yo en broma decía,
parece: “La casita de Hansen y Gretel” y debíamos dejar migas de pan para poder
regresar a el. El restaurante del hotel era muy caro y descubrimos que era un
lugar que usaban para hospedarse por pocas horas y de paso para quienes
recorrían el norte de España.
Nuestra duda era: ¿Si nosotros pedimos un hotel en pleno centro de San
Sebastián, porqué nos ubicaron tan lejos? No teníamos respuestas. Llovía,
cuando logramos llegar a la ciudad, los hermosos tulipanes languidecían en los
canteros por el clima gélido marítimo. Las playas hermosas, solitarias y frías.
Trepamos al típico autobús turístico de la ciudad y recorrimos por la ciudad
antigua y disfrutamos algunos monumentos hermosos.
Para comer, recorrimos varios lugares donde ofrecían los famosos
“pinchos” una suerte de pan con aceite de oliva y tomate, al que le agregan
variados fiambres, huevos o carnes y pescados. En mi caso, nunca supe comer
sándwich sin ensuciarme ropa, manos y mesa. Y los pinchos, no son sino algo
semejante que se le parece. ¡Soy muy de comer en plato con un menú que pueda
elegir, sabiendo lo que tiene dentro! Mi compañera buscaba su pollo y sí,
cuando logramos encontrar un hermoso restaurante donde no había los famosos
“pinchos”, aprovechamos para comer a nuestro gusto, bueno, no tanto para mi
amiga, a ella le dieron un pollo tan picante que no podía tragar.
Al regreso de la ciudad, una excelente joven conserje nos enseñó varias
artimañas para sobrevivir en el hotel que nos tocó por mala suerte.
Aprendimos a usar las máquinas que expenden bebidas y emparedados. Así no
necesitamos salir a buscar en dónde comprar alimentos. ¡No fue para mí, una
experiencia positiva! San Sebastián, buscaré conocerte a través de los medios
tecnológicos.
En IRÚN, hicimos un paseo muy agradable, quedaba a diez kilómetros, más
o menos de Francia, de la frontera, pero no nos atrevimos a ir por no saber si
había algún trámite burocrático por hacer.
De San Sebastián viajamos en tren a Barcelona. Excelente el sistema
ferroviario que usamos. ¡Ese es otro tema!
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