En
el ritual clandestino de mi huída cotidiana
voy
dejando huellas en el agua
murmullos
en las olas
maremotos
viento
de pálido reflejo que perfilan nostalgia
de
tu nombre.
Para
hoy no hay ya regreso
ya
no queda el fruto de tu boca sonriendo
esperanzas
A
pesar de tu esfuerzo queda un grito
en
silencio
una
máscara rota de una arcilla impregnada
del
niño que fuiste hasta el verano.
Regreso
a esa tarde de patio poblado de grillos
yo
busco
entre los rosales tu mirada y
te
has ido
por
eso sigo caminando con un rumbo
de
estepa solitaria
El
sol en el poniente deja un raro color
a
despedida
te
has ido
no
habrá regreso
eso
lo sé
lo
sabes
lo
sabemos.
Un
adiós permanente flota en nuestra calle
el
agua de la acequia te nombra a cada instante
los
árboles deshojan infinita tristeza
ya
no queda una gota de lágrima tardía.
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