lunes, 12 de diciembre de 2022

CUENTO CON BORGES

 

¡HE COMETIDO LA INDISCRECIÓN DE SEGUIR VIVIENDO!

                                   JORGE LUÍS BORGES

 

Nadie podía imaginarse que el prisionero era un alto jefe, un héroe de la partida contra el enemigo. Su voz algo disonante, con un dejo de tartamudeo parecía fuera de lugar mientras era interrogado por los desarrapados enemigos. Estaba parado, semidesnudo, bamboleándose sobre las botas rotas y sucias. Sus manos atadas con una gruesa cuerda de esparto, comprometían su gallardía.

Había sido el mejor en el conflicto, el más enérgico y sensato. Pero para esa chusma descarriada, odiosa y malparida, sólo importaba tenerlo así, humillado.

Ellos, creían que lo humillaban, pero en lo más profundo de sus sucias mentes, admiraban al hombre. Era un jefe con todas las palabras. Fuerte y justo.

Comenzaron a presionarlo con insultos y gritos. Él, impávido, sólo repetía su nombre y su grado. Su lugar como jefe de la compañía y su número de documento.

Uno de los inexpertos combatientes, se acercó con un poco de agua y se negó a beber. ¡No era digno de tener un trato especial, sabiendo que sus jóvenes de la tropa, carecían de todo! La rabia que provocó su actitud, hizo que un hombre alterado le diera un golpe en las pantorrillas que lo derribó. Cayó sobre la tierra caliente y un hilo de sangre comenzó a manar de su pierna.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario