domingo, 1 de mayo de 2016

AL NIÑO DE OJOS TRISTES, DESPEDIDA.


PARA EL NIÑO TRISTE DE OJOS GRANDES.

 

No hay un lugar para el que parte sin destino.

Se apagó la lámpara y siento que ya no habrá lumbre.

Cayó una hoja del árbol recién arraigado en el jardín distante.

Una piedra rodó. Un camino fue armado con lágrimas ahora

no queda espacio para tu desdicha.

Quedaste solo niño solo. La canica olvidada.

La bicicleta duerme en un rincón sin luz. Hoy es siempre todavía y

recordaré tu tristeza y tu sonrisa.

Un pequeño leoncito de zarpas enormes, me trae tu mirada.

Una mañana de escalera inquieta tu risa con las muchachas que

atrapaban tu nombre para elevar barriletes.

Te fuiste a un país de invierno y ahora

vuelves envuelto en una sábana de pétalos de grises.

Adiós muchachito...te quería.
 

HAY MOMENTOS


Hay momentos en que una palabra se desdobla, se hace trizas.

Hay días donde el sol se esconde en virutas de nieve color rojo

Hay días en que parece que cada gota de lluvia cambiará de nombre

Sin pensar siquiera que uno se ha quedado con las manos llenas de poemas

con los pies descalzos en la bruma

y un silencio nuevo nos contrae hasta vernos caer

con los brazos cargados de peonías

es el momento en que soñamos con globos que suben al cielo

donde nos espera Dios. 

 

 

 

 

 

 

 

 

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