Se desparrama sobre el trigal el sueño de una niña
Se caen los pétalos de las peonías en la cascada de fuego del arroyo
Se pierden los suspiros entre las ramas del retamo caliente
El perfume de las flores del cardón destierran su blancura con la luna
Un pájaro se escapa por el cerro nevado y conmovido
Atrapa el zorzal su pluma roja con el vientre abierto al sol
Nada es imposible al calor de la palabra del poeta
y yo... descubro que mi llama es color violeta y verde.
¿Dónde estará el final de la mirada que se pierde en el olvido?
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