Privilegio del corazón abierto, herido, sollozante.
Cuerpo lacerado con esperanzas inútiles y sueños.
Salvas de murmullos que entrecruzan dilemas
Y un apremio de abrazos inquietos y sencillos.
Esta es la fe cautiva de un alma trashumante.
Espero. Esperaré. Tal vez salga el sol en el naciente
Migren las golondrinas hacia mi pequeño mundo
Allí donde se queda dormida la mirada en la distancia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario