martes, 11 de octubre de 2016

LUISITA

LUISITA...

LUISITA

Bajo un cielo caliente de verano
caminando
apoyada en el brazo de un arcángel
sobre un manto de flores aliladas
de agobiados jacarandáes...
va Luisita.

Dulce.
 Infinitamente buena...
Frágil,
con su carga de asombrados ojos niños.
Sus palabras
siempre como azúcar impalpable
son hasta hoy encajes que
en secreto me dejó con
mil consejos.

Mira ausente a
ese río voluptuoso y
agresivo Gualeguaychú de aguas aviesas que
alguna vez le llevó su dulce nido.
Aumentado por una de sus lágrimas, apenas.

Siempre amable...
con sus manos servidoras
amasando su pasta dominguera o
correteando por las calles empedradas
en esa búsqueda constante de belleza.

Dulce niña. Suegra santa. Madre buena.
Para ella que sufrió
Una vida tan pesada y
 sin quejas...
le regalo una guirnalda de jazmines
una diadema de esmeraldas
y le ruego que me espere...

ya regreso.

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