RAPTO
Era muy
pequeña cuando la subieron al furgón. La tenían atada a un árbol en un espacio
reducido junto a gallinas. Las plantas se secaron y las aves habían ido
desapareciendo una a una. Allí se crió. Amaba al árbol. Allí creció. Ahora siendo
una joven hermosa, muy arisca, abandonó el breve espacio junto a su “hogar”
cambiándolo por una celda que la cobijará durante veinticinco años. La
sentencia por homicidio la premió por haber hecho justicia con ellos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario