miércoles, 28 de octubre de 2020

CAER

 

Caí, a los pies  

 lentamente

sin palabras que encierren una queja de niño derrotado

la espera

la soledad

que nos carcome     pequeño niño de manos abiertas a la nada

manos ardientes

lágrimas

desasosiego.

Caí, a los pies el duende de tu infancia

sin alas. Boca cerrada. Muda.

Hay una sombra hostil que corrompe, corrompiendo

tu nombre, tus palabras de amor

tu mirada asustada,

tus manos torpes de caricias.

Pobre con toda pobreza por pertrecho.

Casi    niños adultos muertos, antes, ahora

todo es posible

entonces

un pedazo de ala rota caerá

a los pies de mi árbol de la vida

sin zapatos...ni tiempo.

Mañana, tal vez mañana vendrán

los ángeles  a jugar con nosotros

nuevamente volverán los sueños de la infancia

con los cuentos populares

dejaremos de ser niños derrotados.

 

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