Habían pasado varios meses en " Salí, si te Dejan". Todo estaba muy tranquilo, como debe ser en un pueblo de gente buena y trabajadora. Los chicos, siempre jugando en la plaza, aprendiendo a cantar con su natural alegría, y los abuelos ganando partidas de bochas, damas, dominó y entretenidos juegos.
Caminaba
Clota hacia el mercado, con una linda cesta de mimbre, y sus infaltables y
alegres polleras, cuando se encontró con Irinalda Roca, la tía de Cosme Roca,
su ex alumno de 1987. Ella, Irinalda, le habló maravillas del muchacho que
investiga la fauna autóctona del sur y le avisó que pronto vendría al pueblo a
visitarla. ¡Es un gran científico su exalumno!
Así,
supo que vivía en un lugar lejos, donde hace muchísimo frío,
Cuando llegó el joven, le llamó por teléfono y
se pusieron de acuerdo para juntarse a conversar, ¡tenía muchas cosas para
contarle a su querida Clota!
Llegó
con un paquete de bizcochitos y un enorme chocolate con almendras, que comieron
entre té y café. Así, la entusiasmó tanto, que pronto Clota, sintió el deseo de
ayudarlo con el hermoso trabajo que realizaba en el sur. El viaje fue preparado
con la más grande de las precauciones y entusiasmo, ya que entre el hielo no es
fácil vivir. Ella se llevaba un equipo de color anaranjado fosforescente, con
una manta multicolor que le dio
¡La
verdad es que habían tenido un gran problema! Sí, habían sorprendido a un grupo
de atrevidos y malvados, tratando de robarse unas crías de focas. Cazadores
furtivos que con enormes arpones habían intentado atrapar unos ballenatos y
golpeando a unas elefantas marinas, que tenían crías, hicieron mucho daño a la
colonia. ¿Quién puede ser tan cruel?
La buena "Seño Clota", comenzó la búsqueda, siempre ayudada
por los habitantes de la “base”. Sin parar, buscó y buscó, hasta que vieron un
avión pintado de blanco, escondido entre la nieve. Los que habían llegado en
él, eran de un lugar muy triste, donde no habían descubierto aún, lo lindo que
es vivir en armonía, libertad y paz. El país del cual provienen se llama "
Torreón Maléfico" y tiene un presidente tirano, gobernando desde hace como
cuarenta años.
Los
chicos, allí no saben, que existe una "ley de amor y de defensa de los
derechos de la vida". ¡Están muy
callados y no saben cantar, ni jugar y no van a la escuela, porque si aprenden
cosas importantes, los tiranos se tienen que ir! Clota se acercó con mucha
cautela, enseguida la rodearon los hombres de gris, y en una forma descortés la
obligaron a subir a la nave. Allí, grande fue la sorpresa cuando vio pieles de
focas, de elefantes marinos; barriles con grasa de ballenas y de orcas,
pingüinos en jaulas y palomas polares encerradas. Las lágrimas de nuestra amiga
se iban congelando en las mejillas. De pronto, se hizo un gran silencio. Un
grupo de defensores del lugar, científicos y amigos de la base, llegaron hasta
el avión pirata, y advirtieron lo que pasaba :- ¡ Clota, baje del avión, estos malvados deberán cumplir con las
leyes establecidas!- gritó el jefe desde abajo. Ella no quiso dejar a los animalitos y una a
una fue abriendo todas las jaulas. Así lograron salvar muchos amiguitos
antárticos. A los ladrones los llevaron lejos y nunca podrán regresar, como
castigo.
En
¿No
crees que todos debemos cuidar igual a los hermanos animales? Y... ¿A los
chicos? ¡Porque sí, que a veces te peleas mucho! ¿Verdad?
Tolón-tolón, tilín-tilín, esta aventura llegó a su fin.
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