Según dice la “historia”, cuando Jesús envió a sus amigos, los apóstoles,
a llevar su mensaje, cada uno salió hacia un lejano lugar del antiguo mundo.
Ese que llegó a tan lejos, fue Santiago. Los paganos no se dejaban seducir con
ese hombrecillo que les hablaba de un Dios único y bondadoso. Sus dioses eran
rudos y violentos. ¡Y el apóstol, casi baja los brazos y se marcha, pero dice
la memoria que se le presentó
La enorme iglesia que se levanta en el lugar es increíble. Su explanada
está muy concurrida de peregrinos y son muy estrictos con los horarios. Yo
había soñado con poder ingresar, fue una utopía. ¡Pensar que estaba a miles de
kilómetros de mi casa y no pude encontrar un horario para ver el famoso “Vota
Fumeiro”! Me conformé con una pequeña réplica que atesoro en una vitrina, ya en
casa. Igualmente es un pueblo o ciudad, llena de vida. Sus calles están pulidas
por el perpetuo pasaje de gente que peregrina. De todas las edades y
contexturas, de lenguas que al oírlas, no podría decir cuántas intenté
descifrar su origen. Por todos lados me ofrecían un símbolo de los peregrinos,
una valva de “viera”, que pulida y blanca tiene una bella cruz pintada en color
rojo que la distingue de otras que he visto en mis viajes.
Salimos de la zona de la catedral y comenzamos a caminar por las
antiguas calles medievales, en cuyas vidriera, se podía ver infinitos mariscos,
pulpos, langostas y gambas, que se movían en enormes peceras de vidrio para que
los paseantes eligieran ese pobre animal.
Caminamos por recovecos históricos y restaurados por la mano de expertos
artistas. Hay arte en cada rincón. Y luego ingresamos a un bar donde la gente
leía en sillones de pana y comía o bebía en silencio; una suave música clásica
sonaba en un tono sedoso y tierno. Tomé un té, en una vajilla preciosa y me
integré a ese pequeño paraíso artístico.
Nuestro hotel estaba lejos. Siempre nos ubicaron en lugares alejados de
los centros urbanos, lo que nos creó ciertas dificultades para movernos y
alimentarnos.
Una mañana solicitamos un taxi y llegamos al centro de la ciudad. Allí
una joven repartía un folleto invitando una excursión a “Finis Terra”, el
último punto del mar Atlántico. Según
dicho Tour. ¡Y nos entusiasmó ir hacia ese lugar! Yo había leído un libro sobre
ese sitio y la entusiasmé a mi amiga. Tomamos el autobús que nos buscó en el
hotel y allá fuimos… al punto más al norte de Galicia. Allí hay un faro que
desviaba los barcos para no hundirse. Caminamos por unas explanadas llenas de
obras de arte y luego nos dirigimos a una zona donde había una antigua iglesia
dedicada a “Nuestra Señora de las Arenas”, cuya hechura es una gran mezcla de
arquitectura, ya que con las borrascas e incendios ha sufrido muchas
restauraciones. Hoy declarada Patrimonio de
Me tenté y abrí mi billetera, no podía dejar y no tener una de esas
maravillas.
Llegamos a unas rocas cuya leyenda cuenta que eran barcos hundidos que
con el tiempo se han transformado en enormes piedras chatas como planos de
lajas, entre la que luchaban unas flores silvestres para robarle calor al sol
de la incipiente primavera. Viento y bramido de olas contra los peñascos,
gaviotas y aves que pescaban renacuajos, minúsculos moluscos y peces. Los
peregrinos que mojaban sus destartalados botines en el agua de “FINISTERRA”, el
último punto de su romería. Un lugar mágico, que nos enamoró.
Hasta ese lugar: ¿Habrá caminado el Apóstol Santiago? ¿Allí se sentó a pedir un apoyo Divino? Hoy
está declarado Tesoro Universal y Propiedad de
Nos costó dejar el lugar y regresar a la bulliciosa ciudad. Ese día no
pudimos comer pescado ni mariscos, nos parecía que traicionábamos ese mar
glorioso, dominante y ruidoso.
Tal vez, los peregrinos buscan ensimismarse con el cielo y la tierra del
Fin de
¡Adiós Santiago de Compostela! Antes de tomar el avión a Madrid que nos
llevaría a San Sebastián, un hombre que supo éramos de argentina, nos dijo:
Señoras, argentina es la quinta provincia de Galicia. ¡Tantos fueron los
gallegos que emigraron a estas tierras en el sur y ahora los nietos van
regresando en busca de ese mundo maravilloso que ha crecido con el tiempo!
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