CIUDAD DESPOJADA…
Mi ciudad necesita tu enero ataviado de rosas blancas,
el cultivo coplero de cimbradas palmeras
una siesta de ardoroso amor cautivo.
Mi alma precisa tus poemas
El color carmesí de la última lágrima que derrame
la piedad dormida o la traición oculta.
Yo necesito el color del cielo
con sol de plata y mucha arena para andar descalza
mitigando un sueño de pétalos silvestres.
Mi cuerpo arraiga la mano extendida de cada campesino,
la caricia de cada ola del caribe con peces nacarados,
el murmullo de los pájaros que emigran exiliados,
los nardos, las rosas blancas o caracolas perfumadas del mar.
Al fin, le da lo mismo a la ciudad en un nevado julio,
esta pasión de la lírica o la tibieza mía de poeta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario