Me invitaste a acicalarnos como simios.
Roturamos la mesa con charla de café
detrás de la sonrisa
escondida,
un áspid ronroneaba
se babeaba un monstruo
siseaba el engaño.
El carnaval devora la risa.
Tras esa extraña careta que usas
se desdibuja el rostro y
hay una espina
una garra
un engendro
la piel desgarrada con hilos de tósigo verde
mecen en la cuna un demontre.
Tus ojos sonrientes crispan al miedo.
mercando
una máscara blanca una máscara negra.
¿Dónde está la amiga? ¿Dónde?
Mientes. Finges. Engañas…
te observan los ángeles
yo también te observo
Quiero que el mundo entero conozca tu
afrenta
eres disparate. Un fraude. Una necia.
Caretas. Caretas. Caretas.
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