lunes, 20 de febrero de 2023

ZAFIRO AZUL, DIANA DE GALES

 

Nació como una niña especial,

simple y dulce, pura y bella .

Sus virtudes señoriales

la hicieron ser señalada por la mano de una reina.

 

Un zafiro azul le incrustó el doloroso destino,

ser princesa,  en un mundo de promesas.

Y fue en blanca carroza entre tules y perlas.

Blanca flor que desde lejos parecía una azucena.

 

Una tiara de diamantes coronaba su cabeza

Una a una como espinas se incrustaron esas gemas

Un Jesús entreverado entre Judas que miraban

el desmayo de sus penas. Diana hermosa.

 

Los hipócritas galantes la miraron con deseo

Su preciosa compostura dejó sus joyas en los niños

en los pobres enfermos de extrañas enfermedades

de remotos lugares, donde flameaba su enseña.

 

Y un día…

 

Como pálida garza de alabastro, echó vuelo

hacia un soterrado puente oscuro donde la luz

la desmembró. Fue silencio entre metales de fuego.

Lloran lágrimas los niños, los enfermos…

Lágrimas como pétalos que van dejando una huella. 

En la reja de aquel palacio pletórico de tristeza

Sus hijos lloraron su ternura y bonomía

en los brazos de un hombre que nunca pudo quererla

tal como lo mereciera. Diana sombría ya duerme.

 

Atroz historia de un ángel que donó tanta ternura

entre los más desprotegidos, los olvidados,

los pobres de países lejanos que adoraron con locura  

a esa bella princesa que perdió su historia en sueños.

 

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