Camino,
en un destino involuntario,
apenas
sol ,apenas hálito de vida,
y
queda atrás , en la esperanza,
un
Mendoza, de verdes y calurosos días.
¡Llenándome
...el quizás, tal vez, mañana...
de
acequias rumorosas y sombrías!
Los
álamos, frutales y viñedos, verdes, esmeraldinos,
y un perfume dulzón de mosto y de duraznos...,
y
una vendimia ansiada, y el odiado
granizo.
¡Mendoza
, terruño amado, a todo eso,
y
a tus colores , yo aspiro !
¡Por
ti ,Mendoza, yo ansío, escuchar,
en
el crepúsculo voces de tu gente bravía!
¡Escucha! Oasis mío. Estoy viva y quiero,
gritar
mi fe, en ti , y someterme, al silencio de tu suelo.
Para
abrasada, a un rugoso y gris olivo,
inmolada
en su fuego, volver , en su fruto gris-verdoso,
victoriosa.
Ser única, indescriptible, como un profeta.
Mendoza,
luchadora, amiga altiva.
Quiero
participar de tu destino.
¡Déjame
vivir tu verde suelo,
hecho
de espaldas gachas, de manos duras,
de
campesinos pobres y esperanzados!
Soy
parte de tus raíces.
Mendoza amiga, no rechaces mi mano,
que
beberé tus cálices con vino,
que
cantaré tus vientos infernales,
y
volveré a buscar entre tus viñas...
la
esencia de mi ser,de mendocina.
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