Con penosa
obviedad he perdido los destellos de tus ojos
Compartí la
neblina que atraviesa tu cuerpo con la luna.
Amasé,
entonces, la pared del silencio
Tus latidos
abiertos al color azul grana del alma.
Atropellan los
brazos de mi cuerpo inerte. Vida.
Cálmala con
cantigas antiguas.
Verás que el sol vuelve en el horizonte arrebolando.
encontrarás tus pies en la pradera jugueteando con el verde
pasto debajo de los sauces y ceibos florecidos.
y una música antigua se infiltrará en las venas,y una ráfaga de paz animará tu vida. Tu vida y la mía.
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