miércoles, 13 de julio de 2016

9 DE JULIO 1816-2016


9 de julio de 1816 – año 2016.
                                               Decir Libertad e Independencia hoy es tan actual y vigente como lo fuera en 1816, cuando el mundo clama por la seriedad y el compromiso moral de sus dirigentes. Nuestra patria entonces, tenía la necesidad de unirse y tener una clara identidad como país. La madre patria, estaba lejos, con graves divergencias internas y agravada por las guerras con potencias extranjeras, que asolaban las costas del Río de la Plata en busca de puertos libres para ingresar esclavos, extraer materias primas y riquezas de toda índole. Como toda potencia, España, en su época trataba de no dejar las colonias en manos de sus habitantes, pero un puñado de criollos heroicos, seguían sesionando en espacios privados y públicos instigando a un despertar de conciencia para lograr ese momento pleno que fue el Congreso de Tucumán. A la distancia en el tiempo, nos sorprende tamaña empresa. Hoy nuestro territorio es extenso, tanto que con modernos medios de transporte se tarda largas horas en atravesar su vasta superficie, cuanto más difícil sería en ciento ochenta y nueve años atrás, sin medios de comunicación, con espacios de tierra deshabitada o con los naturales que en su mayoría eran hostiles a los viajeros..., con prolongadas jornadas en vehículos arrastrados por caballos o simplemente galopando en huellas polvorientas en busca de esa ciudad incrustada entre sierras y desiertos. ¡Qué hombría y pasión por ideales libertarios! ¿Llegamos a entender la magnitud de sus sueños?
¿Nuestros niños hoy viven en sus corazones el fuego que entraña el verdadero Amor por esta Patria llamada Argentina? ¿Y nuestros adultos? ¿Hoy vivimos la emoción de Sentirnos Argentinos, no sólo cuando un equipo de fútbol, gana un mundial, sino en cada jornada de trabajo, en cada día que vemos izar o arriar la bandera? Qué desproporción gritarnos reproches por errores del pasado sin afrontar con energía el futuro, agradeciendo por la tierra que nos tocó laborear, cuando vivimos en democracia, cuando aún existe la educación igualitaria, gratuita y pública. ¡Qué desmemoria de la historia!
         Hoy nos hemos convocado con un espíritu optimista, buscando enfatizar a esos hombres que no retrocedieron ante ninguna dificultad para dar un paso tan heroico en Tucumán en 1816, no nos queda sino afrontar el compromiso moral y ético de imitarlos. A nosotros los adultos, es obligación darles a los niños ejemplos diarios de verdadero patriotismo, luchando por mejorar la democracia, a las instituciones que son el sostén de la patria, sentirnos orgullosos de ser parte de este país lleno de promesas que nuestros abuelos levantaron con trabajo verdadero y llevando de la mano a sus hijos a la escuela para que hablaran un idioma común: el de la Patria argentina.
         A nuestros niños..., tan solos en esta desmesurada época de cambios. Son tan frágiles sus bases sociales, tan cambiantes los mensajes que le abarrotan la mente sin dejarles un espacio para la crítica constructiva de lo que ven y sienten por los medios de comunicación masiva, ¿quién sino sus maestras, tratan de apoyar a la familia en este momento histórico para hacer emerger virtudes en ellos. Nosotros, niños queridos, desde las aulas trataremos de ser dignas representantes de aquellos criollos que hicieron la patria, ustedes deben estar atentos para que sientan que vale la pena ser cada día mejores personas, mejores argentinos que logran cambiar la historia imitando a los padres de la patria. Poder decir al mundo a voces: Soy Argentino, poseemos el mejor país del mundo, el más culto, el más justo, el más moral; sin vergüenza, sin miedo, con orgullo de criollos como aquellos que dieron la Independencia y nos asombraron con sus heroísmos.
 

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