Te juro Victorio que tuve el sueño tan pacífico, sereno, que se prolongó a lo largo de toda la noche. El verano se está acabando y nunca imaginé que viviría para contarte lo que he vivido en mis casi cincuenta años.
Cuando era chico me decían que iba a
ser monaguillo. Sí, yo, monaguillo. Mirá que cuando la conocí a
Íbamos a las milongas y probé de
todo. De “Todo” con eso creo que me entendés. Un día, maldita sea mi suerte se
me cruzó la “Ñata” otra flor de mina que rompía la tierra y le aflojé al
calzoncillo. La perla me dejó con un ojo negro y un puntazo en el pecho.
Me curé en el “Fiorito”. Salí medio
golpeado pero seguí de farra. El “Chantecler”, “El Folies” eran como mi casa.
Salía con el sol y me iba al correo donde ponía un sello tras otro en cartas
que iban quién sabe a donde. Salía con el ocaso y derechito al casino, si
ganaba, esa noche champagne si perdía caña. Las minas me dominaron siempre.
¡A veces me pregunto si por ahí no
hay pibes que lleven mi nombre! ¿Pobres pibes! Yo iba a ser monaguillo… del
demonio, tal vez.
Comencé a perder el pelo, la calva
era una cancha de básquet. Brillaba con la luna. El sol, me desconocía. Y
llegaron los cuarenta y los pasé sin verlos. Las minas me dejaron y miré a las
más chicas. Me llevaron en “cana” era un degenerado, dijo un juez y adentro.
Pasaré cinco años. ¡Es un infierno! ¿Victorio, alguna vez viviste en el
infierno?
Yo sí, es muy jodido. Aquí, sos
menos que mierda. Los pungas con los narcos, los canas con la “merca” que le sacan
a los tipos. El que no te usa te casca. ¿Y cómo? Sos, total basura. Victorio no
te acerques al gordo de la camiseta negra con la calavera, ese es una mina.
Bueno, eso se cree él. ¡Un asco! Y este otro, el “Jeringa”, bueno, ese anda
armado siempre con chuza y no respires cerca porque te atraviesa la nuca.
¡Victorio! ¿Qué te pasa, hermano,
soy el monaguillo? Victorio… Victorio. No te mueras. Anoche tuve un sueño
pacífico, sereno que se prolongó a lo largo de la noche. Y ahora vos te vas a
morir en mis brazos. Amigo no te mueras en este infierno tan temido. Ya vienen.
Adiós Victorio. ¡Todo por robarte a tu piba!
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