El barco apesta y la
oscuridad me impide ver a los que han atado a una cadena a pesar de todo los
distingo por las diferentes lenguas que hablan que asco el olor me deja
atontado me siento mal hambriento aunque
una vez al día nos dan agua en un balde de madera oloroso a podrido
y tiran por un boquete de la cubierta
panes enmohecidos ahí lo recuerdo a mi padre a Radame Momboto nuestro jefe tan
oportuno en su reflexión sobre lo que pasaba en la aldea pero este olor y la
mujer que está atada a mi es seguramente infeliz al alimento que me dan pienso
que sabe a cuzcuz a miel y a mango a
ellos los otros desgraciados les debe parecer pescado o a manjares de sabores
diferente a los nuestros porque ellos parecen chinos ya no puedo comunicarme y
el olor a mierda nos igualó enseguida es que no hay retrete ni selva ni río hacemos acá
mismo bajo nuestros propios pies me siento una asquerosidad es que al principio
olíamos a jengibre o ajo a madera o
grasa ahora el tufo es el mismo es mierda no me muevo para evitar desgarrarme los
tobillos donde tengo las argollas de hierro las cadenas y los palos conque nos
ataron apenas ingresamos el olor es nauseabundos sólo abrieron un poco cuando
entró un grupo de orientales son tal vez chinos o coreanos no sé fue después de
navegar un largo tiempo entre marejadas enormes y bravías estoy cansado
quisiera agacharme dormir sobre la estera limpia de mi choza o en el pajonal
junto al mar de la isla Pemba mi isla
maravillosa que debe estar tan lejos ahora se me cierran los ojos y la hembra
que se apega a mi es como un reptil amarillento y huele a mierda y sangre como
todos tengo sueño mucho sueño dormitaré nos sacudimos con el traqueteo del
barco y ya nadie solloza suplicando ayuda yo nunca bajaré mi dignidad de
pescador de Pemba eso entiendo que han hecho especialmente las hembras y los niños ayer
sentimos que paraban el motor y que navegaban en silencio mi oído fino me
alertó que debemos estar cerca de algún puerto o algún barco de bandera y que
debe haber avistado el nuestro se deben estar cuidando ya que siento el ruido a
la madera de la planchada a la caída de carpas y velas a recupero de cuerdas y
cadenas de amarre ahora han abierto una
de las escotillas por fin entra un aire salobre y sano de mar limpio oigo gritos
puteadas en diferentes idiomas aplausos que no tienen sentido para la gente
¿gente? penetra una luz que primero nos ciega y luego nos permite ver entrar a un
hombre rubio alto vestido con un levitón claro una fusta en una mano y encaje
blanco en el frente y sobre la barriga magra y seca una faja azul y roja y
blanca que enrosca sus apetitos mezquinos él lleva apretado con sus dedos
afilados llenos de sortijas de oro un pañuelo sobre la nariz ¡claro, no puede
respirar en este ambiente de muerte y excrementos¡ sopesa los músculos mustios de varios hombres palpa
los senos y caderas de algunas mujeres está arrancando tres niñas de los brazos
de sus madres que gritan ¡que va si sólo reciben un fustazo en el rostro! Sale
y los gritos en varios dialectos rechinan en la repetida oscuridad yo he visto
gente de mi raza bantú de ojos pequeños
y vientres abultados por parásitos y hambre y ya volvió el olor penetrante a
mierda odio siento odio si pudiera tomaría mi lanza además he visto mujeres
semi desnudas atadas a hombres que casi ciegos le restriegan un miembro viril
muerto tal vez para ver si aun respiran si están vivos ¿yo estoy vivo o estoy
metido en una pesadilla de esas que tenía de niño? ahora soy un hombre de la
tribu bantú tengo la piel negra muy negra y el orgullo de ser elegible pero no
quiero que me vea no me han visto sale el blanco y cierran esperamos un par de
interminables horas y el barco vuelve a navegar uno que habla algo de inglés
dice Macao yo digo Pemba él tiene la
piel amarillenta casi verde me recuerda a ciertos pájaros de mi aldea sus ojos
aureolados de un salitre lagrimoso me observan es joven pude ver que es pequeño
de estatura pero bien fuerte pienso en los jóvenes de mi clan a veces tan
alegres y valientes en la caza pero el aire se ha renovado un poco y han tirado
agua hasta limpiar un tanto el sepulcro en el que viajamos a la nada al abismo
de una muerte segura la mujer que está atada a mí se muestra después de que el
ruin se fue y arrastrando sus cadenas se acerca y en su lenguaje gutural me
trata de hacer comprender quién es y el de Macao se deshace en gestos que no
comprendo y él tampoco ¿quiénes somos? ¿acaso allí pertenecemos a alguien? se
ilumina una pequeña brecha en la madera y vislumbro la luna que brilla en la
noche de nuevo el fuerte olor me marea pero un estruendo y yo que soy un viejo
pescador en la isla sé que han chocado con arrecifes eso es mi esperanza o
nuestra esperanza que esa madera podrida se desintegre y podamos salir para
siempre de la tumba tal vez a otra tumba pero a la libertad escucho golpes
fuertes y la madera astillada hagan silencio le vocifero a todos los
desgraciados que tiemblan y los corales
filosos han quebrado el casco podrido y en la brecha entra agua los dioses me
han escuchado la espuma me hiere y a
todos las heridas ya no gritamos estamos atados y tendremos una muerte segura mejor yo que
prefiero morir a seguir así ahora se quiebra uno de los sostenes y nos deja
medianamente suelto a la mujercita que está junto a mí y yo vaya la chirona se
agranda me arrastra una ola junto a la pequeña mujer amarilla su largo cabello
negro se enreda en las astillas grita de dolor pero yo la tironeo y logro sacar
mis piernas por el drenaje recién abierto solo que un mundo oscuro y helado me
cubre y tengo el cuerpo helado y mi mente se recalienta pensando en ese puñado
de seres que arrastro con mis argollas y cadenas pero apretada a mi piel se
abraza la hembra salvaje y no me interesa porque quiero la libertad y el
olor de la selva y el mar y ella clava
sus uñas afiladas en la piel de mi brazo que pierde sangre a borbotones pienso
en los peces que comen carne humana ahora no puedo detenerme sólo deseo nadar
me dejo llevar por la marejada recuerdo mis buenas pescas de ostras en Pemba subo
a la superficie y observo a los hombres que se dejan caer por todos lados desde
el trinquete a la popa y desde el carajo hasta la cabina de uno que se dice
jefe ya hay un amasijo de gente de todos los colores y sus gritos suenan a
clarinadas de guerra es
jueves, 29 de abril de 2021
EL BARCO MACABRO
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