lunes, 13 de febrero de 2017

UN CUENTO LARGO...

EL VIAJE

            Comencé a guardar la ropa de cama. Cada juego de sábanas con sus respectivas cintas de color y una bolsita de lavanda. Todo planchado con almidón. Mamá nos recomendó antes de morir, “No dejen las tradiciones familiares”. El enorme ropero de roble cruje perezoso cuando guardo otra carga de perfumada ropa blanca. ¡Qué olor a hogar me penetra! Cierro con llave, la escondo en la antigua polvera de porcelana de tía Encarnación. ¡Gracias a Dios ya terminé de ordenar todo, incluso el bolso con las prendas que me llevo!
            ¡La casa  parece un desagradable museo, lo que siento, pero he tapado los muebles con sábanas blancas. ¡Me dan una terrible sensación de muerte, olvido, pérdida...!
            He recibido muchas cartas  de mis sobrinos de la capital, que me han convencido.
             -Matilde… te esperamos. ¡Tía, que vergüenza que no conoces nuestra casa!-dicen Amalia y Jorge.
            -Matildita querida... espero que vengas pronto, te va a gustar esta ciudad. Podemos ir al teatro, a la Recoleta a tomar aperitivos en "La Biela y el café "De la Paix", recorreremos San Telmo el domingo y verás cosas insólita..., ¡Ah y también  conocerás "Caminito" ...-
            Es verdad, me han tentado.
            - Cuando llegues llámanos al número: 854..... o al 783.... o al 554...., y te vamos a buscar a la terminal. ¡Igual mándanos una carta antes, porque nuestra vida es tan diferente a la del pueblo!      
            -Tía ven pronto .- Así decía la última carta.
            Me costó tomar la decisión al principio y cuando lo hice, quise dejar todo en orden como si fuese a quedarme por mucho tiempo. ¡No fuese que me pase algo! ¡A mis años!
            Llevé a "Penélope", la gata siamesa, a casa de los Valdez...ellos la van a cuidar muy bien, con esa gente bondadosa, no extrañará tanto.Dejé las plantas preparadas para que Rita, mi vecina les de una regadita a los jazmines y a las azaleas. Bueno, dejé todo arreglado y listo.
            También limpié, fregué y lustré todo lo que encontraba por delante. Corté el gas y cerré la llave de luz general. Di todas las vueltas posibles antes de cerrar finalmente la puerta cancel y la de la calle.
            ¡Como a las dos horas pasó el colectivo de larga distancia por la estación de servicio  de Gaspar  Leyes. Subí acalorada y muy nerviosa, me ubiqué al fondo, en un asiento vacío. Sola. Era  la primera vez en toda mi vida que salía de Campo Hermoso.
            Gente sencilla  como la de mi pueblo era la que había en ese vehículo. Eso me tranquilizó.
            ¡Me toqué el pecho, en el corpiño, donde llevaba el dinero y los documentos! ¡No quiero tener sorpresas desagradables propias de los viajes largos! Me han contado tantas cosas. Pensé... tranquilizándome. Me dormí con la suave calefacción y el leve traqueteo del micro. Cada tanto me despertaba y miraba sin comprender muy bien, dónde estaba y qué me ocurría. Después recordaba.
           -" Retiro "- siento la áspera voz del chofer, que me separa de un hermoso sueño... donde mi madre, me tenía de la mano entre los árboles de la añeja quinta.¡ Sonrío y después de tomar el bolso bajo, dejando a la gente apurada que baje primero. Ya en  tierra busco una cara amiga. Mis sobrinos o mi ahijada o una amiga ... pero...¡  nadie ! ¿Habrán recibido mi mensaje?
            Todos desaparecen, pasan rápido a mi lado y parten con familiares y amigos. Me acerco a una mujer joven que vende chucherías...-¿Señora, dónde hay un teléfono...?- No me dejó terminar, con cara de amargo desencanto, ante una venta improbable, señaló malhumorada y casi con un gesto grosero. - Allí, ¿no ve?-
           -¡Gracias, señora! - pero ni me mira y tomando el bolso me encamino por un pasillo donde me señalan un teléfono .¡ No tengo fichas, ni tarjetas ni sé si tengo algún otro modo de hacerlo funcionar. ! Me vuelvo y compro tarjeta y fichas en un kiosco! Llego hasta el teléfono. Me quedo inmóvil...¡ realmente son seres extraños..., éstos, allí, con el aparato ! Deben estar disfrazados...Uno o una lleva unos pantalones de cuero negro, con agujeros por todos lados, pinches y clavos plateados , que sobresalen por doquier, un chaleco de sogas entrelazadas, el pelo de color "fucsia y verde brillante" . Uno o una..., aunque pensándolo bien es mujer, ya que tiene unos rarísimos cucuruchos de lata en los senos, lleva puesto un pantalón con flecos y cadenas, de arpillera y cuero. El pelo larguísimo, aros en la nariz, orejas, lengua...como el otro personaje. ¡Otra jovencita está teñida de color " violeta y amarillo huevo", las uñas negras y extremadamente largas, ¡Ah, la cara llena de dibujos de flores y mariposas de color negro ! -No entiendo nada de lo que hablan...seguro son de algún país extranjero, aunque para mí, deben ser "marcianos".
            Me empujan y uno de los seres rarísimo,  se acerca y quiere jugar con mis lentes, que tengo atados con una cadena del cuello. Enérgica, se lo impido con serenidad, aunque estoy aterrada. Ellos, con ruidosas risotadas, y haciéndome unas señas que tampoco comprendo, pero supongo no serán muy "santas", se van gritando o cantando. Casi es lo mismo.¡Ya le preguntaré a los chicos, qué son todas estas cosas ?
            ¡ Gracias a Dios en Campo Hermoso, mi pueblo, ésto no ha llegado, la juventud es muy sana !
            Marco esperanzada: 854...y una voz extraña me contesta - ¡ Usted está comunicada con la familia de Jorge Rosales, deje su mensaje después de la señal...!...bip...bip - ¿Y ahora qué hago? -pienso  - Jorge; soy tía Matilde estoy en Retiro, ¿no recibieron mi carta? ...¿qué hago?...- Nadie responde, sólo un desagradable chirrido lejano. Corto la comunicación. De pronto dos jóvenes...¡muy ágiles!, pasan corriendo, me empujan  y me arrebatan el bolso... ¡Cuando puedo reaccionar, quiero correr, pero algo, parecido al terror, me tiene clavada allí ! Lloro en silencio.
            Me siento sola y desamparada. Miro desconcertada a  la gente que pasa...nadie me mira. ¡Todos están tan apurados..., parecen muñecos eléctricos ! Como monstruos de cine, ¡son pobre gente sin alma !
           Vuelvo a marcar al: 783...y...nuevamente una voz fría me contesta: - Hola, soy Eugenia, estoy en la oficina...volvé a llamar o dejá tu mensaje, que después te llamo...! bip...bip...y el " famoso "  chirrido. Cuelgo y vuelvo, ya con gran angustia a discar: 554...:¡Vos estás comunicado con la casa de Maribel, me volvés a llamar y nos comunicamos...! y siento bip...bip..!..bip...bip...!  ¡Vuelvo a dejar el tubo y ya con desesperación. Comprendo, en el bolso se fueron todos los proyectos ! Mis ilusiones.
            Ya es tarde, se oculta el sol  tras los edificios y los viejos árboles descuidados. Me  tranquilizo, camino despacio hasta la ventanilla Nª 13 del " El Rápido". Pido un boleto de regreso a Campo Hermoso, mi pequeño pueblito santafecino. Es el último pasaje que queda. Subo al coche, ya sin mi bolso y cerrando los cansados ojos decido...¡Nunca más volver a Buenos Aires!
            Un ruido y abro los ojos asombrados. Miro tras el cristal y veo a toda mi familia que me espera...¡ Cuántas cosas me aguardan en esa ciudad gigantesca! Voy a mi aventura.
                                                                       

                                                                        

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