PARAGUAS VIEJOS.
Nino
comenzó a escudriñar entre los trastos del abuelo Ángel. Encontró el viejo
sombrero de fieltro, la pipa fiel amiga de los labios de anciano y la chaqueta
raida de lana y se la puso. El olor lo confundió y cerró un minuto los ojos y su
mano tropezó con un objeto de madera suave y pulida. Sus dedos lo recorrieron y
sintió el frío del metal que por su redondez le recordó la antigüa escopeta del
"nonno". Sonrió rememorando
cuando lo seguía y volvió a tocar la curva del gélido metal que se
alargaba con su fina estructura, pensó en las innumerables veces que juntos
atravesaron el bosque tras un conejo o una liebre asustada. Recordó la pícara
mirada del anciano y volvió a sonreir.¡ Siempre conseguía que el pequeño animal
escapara!. Cuando abrió los ojos en la semipenumbra comprendió que sus de
dos acariciaban el paraguas roto y ya
sin la negra seda que usaba el abuelo Ángel cuando lo buscaba en la escuela y
una lágrima cayó sobre el arcón antiguo. Lo cerró y se despidió de viejo y
amado amigo...su abuelo.
Mendoza
- abril de 1998.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario