lunes, 4 de septiembre de 2017

FUTURO INCIERTO

Entré en el profundo túnel que me acercaba a la estación de tren urbano. Bajé varios pisos. Ya era imposible utilizar la zona de cabinas exteriores. Necesitaba llegar a la mega polis de Orfeo. Allí me esperaba el equipo de transferencia robótica.
            Me ajusté el nuevo traje de fibra adhesiva que inventara Largon Mhozler en el taller-laboratorio espacial del planeta Zorious XXVII. Me enfrenté con un Zorro-Índigo, que me detuvo en busca de mi Chips ADN. y número de clave de Dignidad Vital.
            Una nube bermeja se acercaba al planeta y seguro colapsaría con mi móvil. Me propuse enfrentar a los zorros-Ïndigo que bastoneaban con luces metálicas mi carrera. Huí, ligera como láser y me escondí en la caverna de Ursalania. Allí, encontré un robot humanoide, que me atrajo a un lugar espejado. Estaba hundido en medio del río de gases y sin embargo supe que encontraría refugio. Dejé mi transporte y subí a un tren que me alejó por laberintos que desconocía. Al llegar a un sitio donde se detuvo el vagón, me esperaba un emisario de la “Comarca Blanca”, la única en donde aun se puede ver algunos humanos vivos. Son los “Ancianos”. Los veneramos. Sus conocimientos son de un valor incalculable.
            El Mayor, habla varias lenguas perdidas. Su voz se cuida y se preserva para no perder la “Sabiduría” de los siglos. Un robot me indica que me acerque. ¡Qué privilegio! Me señala una pantalla con figuras hermosas. Hay mucho verde y azules. Me enseña un mar parecido al de nuestro planeta. Me muestra un enorme panel en el que se ven seres muy extraños. Sus manos están surcadas de venas y sus dedos deformados me tocan. Es tibio, cálido y suave. Los otros ancianos palmotean.
             Han descubierto mi “verdad”. Soy “Hembra” y ellos me necesitan para que produzca otros seres como yo. ¡Estoy feliz! Entro en la cabina de los elegidos. Seré una madre-nodriza de laboratorio. Nuestro planeta será completo ya que me unirán a unos genes de un humano. Ahora mi vida cambiará. ¡Al fin, me viaje no ha sido inútil!
            Desde la cabina, veo pasar nubes de gases de muchos colores y mi cuerpo comienza a prepararse para recibir la fuerza vital. ¿Cómo será ese ser que saldrá de mi cuerpo? Voy a dormir. Cuando despierte habrán pasado varios crepúsculos y ya seré una adulta. ¡Qué intriga! Ahora comprendo la palabra Futuro.  


No hay comentarios.:

Publicar un comentario