La calle es tan ancha que podemos jugar un picado. El
Pedrito marca con las alpargatas los arcos. Manuelito, con zancadas mide la
distancia entre arco y arco y discute porque son muy cerca. Borrón y de nuevo
se marca uno de los arcos. La
Chuni trae agua limpia en una botella de cola y la deja al
lado del Gordo para que se refresque, no vaya a darle el ataque de asma. Lo
cuida como que su hermano la deja jugar de vez en cuando.
Pasa un
coche y levanta una nube de tierra, pero no empaña la ilusión del picado. El
Chiche, es el diez. Es el único que fue al club a aprender fútbol y les enseña
las reglas en serio. En el “colegio” la maestra de gimnasia no los deja hacer
fútbol, dice que no está en el curtículo. ¡Che, no digás palabrotas delante de
mi hermana! Grita el Gordo porque el Chiche le dice “estúpida” a la Chuni al patear despacio.
Los
chicos juegan toda la tarde. La mamá de Chiche los llama a tomar el yerbiado.
Dejan la pelota de trapo en la vereda y corren. Manuelito está dolorido, se le
rompió la zapatilla y tiene un dedo con sangre. La Chuni le lava y le pone un
trapito limpio. Los ojos de Manuelito son una fiesta. Más tarde seguirán
jugando. Después irán a hacer las tareas, ahora es tiempo de recreo.
CURTÍCULO: CURRÍCULA
YERBIADO: MATE COCIDO, INFUCIÓN DE
YERBA MATE.
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