Estaba
sentada en el comedor, tranquila, corrigiendo una interminable cantidad de
exámenes de mis estudiantes. ¡Como
siempre, no habían abierto sus libros! La luz era la misma de esa hora del crepúsculo, casi
nocturna. La araña de antigua data, de bronce, tenía varias lamparillas
fuertes.Veía muy bien a pesar del cansancio. Había un silencio normal para
mi casa a esa hora de la noche, de vez
en cuando un ladrido de perros callejeros o el rumor de autos que pasaban lejos.
Era un día,
como todos. Nada auguraba que me iba a suceder algo tan extraordinario, capaz
de cambiar mi vida. Estaba tan ensimismada en
los trabajos, que pasaba el tiempo y yo no levantaba la vista de las
hojas; levanté la mirada que tenía pueta en mi tarea, ya que una sombra o mejor
dicho una diferencia de luz, me pareció
que cambiaba dentro de comedor.
Algo percibí en la pared... diferente, impreciso. ¡Continué leyendo..."el
citoplasma y el núcleo de la célul..." volví a alzar la vista y una
figura indescriptible estaba atravesando la pared. Parecía
manteca derretida, o espejos... o humo...¡ Me quedé quieta por el miedo y la curiosidad, sin pestañear siquiera! Debo
estar dormida, estoy en un sueño y ya voy a volver a lo mío. ¡Pensé...!¡ No !
Debo estar loca, yo no estoy viendo algo así..." una mujer tan hermosa
"...¡Pero tiene un camisón de color marfil, amarillento por el uso, con
puntillas y lazos de seda! ¡Usa una bata de color rosa viejo, que arrastra por
el marmol, con sus pies descalzos! No. ¡Yo divago, despertaré y...! ¡ Me mira
con tanta dulzura! Noto que evita acercarse o tocarme. Eso me tranquiliza. Veo
que atravieza el ventanal que da al jardín, y allí, se sienta en los fríos y
húmedos sillones de hierro. Está inmóvil.Yo la contemplo extasiada. La envuelve
una cabellera de color castaño muy larga.Está bastante despeinada, y le caen
por los hombros rulos sueltos. ¡Siempre
deseé tener así el pelo, cayendo
hasta la cintura !¡Qué belleza !
¡Esto no me
está pasando a mí ! ¿O si ?. Soy yo, no huelo aromas extraños..., no hay
ráfagas de aire frío..., no hay ruidos raros o diferentes. Cuando vuelva a la
realidad...seré la misma . ¡ Suena el
teléfono , me incorporo y voy al
dormitorio para atender!. Se rompe el hichizo.
_¡ Mami,
estoy en casa de Teresa estudiando, no me esperes...!
_ ¿ Ana?¡
Yo..., me parece..., bueno cuidate mucho...!
_ Mamá, ¿te
pasa algo?...tenés una voz tan rara...¿llegaron los chicos?, me pareces tan
..¿emocionada? ¡ Me perturba tu voz !
_ No,
tranquila, luego te explico. No interesa, estoy muy bien..., pero..¡te quiero
mucho hija..!
_ Mami...¿a
vos te pasa algo ?. Yo también te quiero, sos muy " loquita gordita
fea"; chau y fuera...!!!_el sonido del teléfono sin interlocutor me
disgusta, es muy desagradable. Apoyé el auricular y corrí a ver, por entre las cortinas, el jardín. ¡Ya no
estaba allí y me quedé desepcionada,
apenada y con la rara sensación de no saber seguramente si la insólita visita era real !
Pasaron
varios meses y como estoy siempre tan
ocupada, me había olvidado del episodio.
Como por temor a que pensaran que ese día estaba enajenada,
callé, no le relaté a nadie la extraña experiencia.
El día que
Ana rindió filosofía, estaba leyendo un libro de mi escritor
favorito..."Manucho Mujica Lainez", cuando...veo en el jardín , parada junto al enorme jazminero,
que estaba mi inusitada visitante... Miré el reloj y noté que era bastante
tarde; se volvió hacia mí y me sonrió con simpatía ¿o era
alegría?...luego se volvió al sillón, se sentó. Su rostro y sus ojos transparentes mostraron
una infinita pena.
"No es
tan linda,,,pensé, y como si escuchara
me volvió a sonreir, corregí, tiene una belleza distinta. No podía
calcular su edad .¡Si se acercara, tal vez
podría....y¿si me hablara? Decididamente
me estoy volviendo loca. Debe ser el estrés de la enseñanza. Me enfermo
lenta y paulatinamente. Yo no acostumbro hablar con
..."fantasmas",¿aparecidos?, ¡
muertos! ¡Dios mío, no puede ser...Santa María Madre de Dios, ruega
por...- Se ha ido...- ! Tengo ¿ tanto miedo que ella lo advierte?
Pasó el
verano, con el calor sofocante de Mendoza, con esas tormentas de granizo,
que rompen todo, ella venía a sentarse
en mi jardín. Ya no me animaba a salir
de noche. Trataba de transferirme algo, una pena , algo que la angustiaba. Aunque parezca mentira traté de
dejarle lápiz y papel , pero no escribió nada. Me desanimé y ¿por qué no?...me
enojé. No la buscaría más.
Un tiempo
después, atravesando la pared del comedor, donde estaba el cuadro de
"Sarelli", apareció de la mano de una chiquilla de alrededor de cinco
años. Era preciosa, inquietante en su semi transparencia. Apenas si me miró.
¡Esa noche pasó de largo y en el jardín se quedaron jugando a algo
parecido al " Don pirulero, cada cual atiende su juego" !
¡Me sentí
mal, disgustada, si seguía trayendo más gente, se me llenaría la casa de
"espíritus", de raros espéctros y fantasmas y ya no podría ocultarlo
! Antes de desaparecer, tomó de mi mesa papel
y lápiz y escribió :"Estela Maris, mi hija, 12 de febrero de
1893". Al lado del mensaje dejó un
jazmín fresco, recién cortado de mi planta. Ella me trató de "amiga"
y confiaba en mí. Algo me inquietaba.¿Quién era? ¿Qué les había pasado o les
estaba ocurriendo? No me animé a hablarlo con mi familia que ignoraba todo.¿Qué
podía hacer?
Me fui al
único lugar lógico. Al viejo cementerio. El empleado me miró sorprendido
...-¿De qué año me pide?...¡De 1893...?!!!
- Sí,por
favor, del mes de febrero... ¿si fuera posible?
-Y...¿si
para usted es importante...! Se volvió murmurando: " la gente está cada
vez más loca"!!!, y trajo un libro enorme, lleno de tierra, telas de
arañas, húmedo y muy maloliente...- Acá tiene su libro...- y golpeó sobre la
mesa con el pesado armatoste...- Busque usted, yo tengo mucho trabajo. Y salió tras
un armario que lo separaba del público.
- Gracias
...-apenas podía hablar con toda esa tierra que estaba respirando, y busqué
freneticamente... 27 de febrero..., no, antes debía ser antes...¡acá... 12 de
febrero ...!
-¿Señora ,ese fue el año en que hubo no sé qué peste acá en
Mendoza?-dijo el empleado algo interesado sacando la cabeza entre unos
ventanucos de madera.
-¡No
sé, en realidad estoy buscando a
ciegas!-dije leyendo...Domingo García...Muerte natural...Godofredo
Poirett...Caída de un caballo... Estela Maris Miller ...Ahogada... Renata Martos de
Miller... Muerte por tristeza. ¡Ellas, son ellas ! Comprendí
rápidamente toda la tragedia de esas
vidas. Sus almas estaban ligadas a mí, por algún extraño designio.
Decidí ir
al diario "Los Andes" y buscar las crónicas periodísticas de antaño.
Devolví el pesado librazo, y cuando estaba saliendo del recinto, el empleado me
preguntó-¿Encontró lo que buscaba?- Le comenté brevemente lo hallado y me dijo-¿No quiere ver la tumba
de esa gente... ?¡Es tan linda y sabe que están por derrumbarla, los
descendientes la vendieron....y
-¿Dónde,
dónde está?- dije con urgencia.
Me señaló -
Allá, mire, es esa del ángel de mármol rosado!
Corrí. Casi
caigo al camino de granza por hacerlo.
Llegué a tiempo para ver que una gran topadora tiraba las vetustas
paredes, que cayeron con gran estrépito. Una nube de polvo me dejó cubierta del
cabello a los pies de un polvo blanquecino.¡ Había llegado tarde ! ¡O me lo
pareció !
¡Cuando regresé a casa, sobre la almohada de
mi lecho alguien había dejado dos rosas blancas! Nunca supe quién fue pero lo
presiento.