miércoles, 16 de octubre de 2024

LA VILMA VEGA ...QUE YO CONOZCO...


                        En un mundo mágico pero real se instala la figura casi inesperada de la poetiza Vilma Vega. Una mujer con palabras de gemas, de acero, de fuego y por qué no de pájaros y flores. Su fragilidad física contrasta con su fuerza moral y su genio. Es para expresar su ira una tigresa del monte americano y para dar su amor un pétalo de nardo o de jazmín-gardenia.

                        Luchadora incansable y trabajadora hasta el sacrificio, su infatigable pluma la ha llevado a recorrer los márgenes más duros de la vida de un poeta. Comprometida, lúdica y guerrera...su tarea no termina en crear un libro de poemas. Con sabor de mosto y de vendimia, con ardor de fragua y de espoleta, Vilma ha llegado a rondar circuitos de peligro. Su lengua de terrón y de hilera ha cumplido un destino intransferible, luchar por sus ideas, sus obreros de la feria y sus viejos de talleres literarios, donde de vez en cuando se filtra la luz de un quinceañero o una muchachita de veinte años que la hace florecer en versos de amor y de utopías.

                        ¡Cuánta mujer hay en ella ! ¡ Cuánta hembra panfletaria ! ¡Cuánto grito de amor y de justicia buscada en el desierto de una sociedad machista y derrotada!

                        ¿ Cómo se describe  a la mujer poeta? sin caer en lo cotidiano y lo común. Toda ella es una imagen de estrella. Una diva telúrica y sensible. La he visto débil frente al dolor incomprensible de la muerte, pero nunca perdida o patética..., la he visto dolorida en su lecho de enferma pero jamás quebrada. La sé gentil y ácida cuando alguien la hiere o es incomprendida. Pero siempre poeta. Siempre con palabras de ensueño y de orfebrería. Quien conoce a Vilma Vega se enamora de ese alma exquisita y sensible. Busca escudriñar las voces de su Alvear infantil, de su Sur amado. Nosotros desde este hito de belleza queremos que su nombre brille y sus libros corran como agua de acequia, para que se conozca su hermosura, su nobleza, su creación constante.

                        Así los grandes de las Letras serán los que dejen huellas indelebles para las generaciones del futuro. Ejemplos vivos y candentes de luchadores de la pluma y de la palabra escrita. Ellos y nosotros seremos faros que iluminen a los nuevos escritores.

                                                           Graciela Vespa de Schweizer.

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