“Y el amor como el
espino nos traspasó de fragancia”
Dios
lo quiere. Gabriela Mistral
Lucila con tus
rodillas rotas y la mano desolada
Cuando una gruta
profunda de besos llene tu alma
Se pintarán de gotas
de azahares tus miradas
Y la tierra en sus entrañas
murmurará una palabra
No te duermas mi
Lucila que con misterios te apañas
Y transformada en
Gabriela soñarás sueños de algas.
Las nubes esconderán
tus penas y tus risas en el pecho
Resonaran en campanas
con temblores de bronce
Que galoparán en el valle,
allí donde te quedaste, amor
Que nadie lo extrañe.
Tu nombre hermosa doncella
Quedó grabado en la
arena y la espuma no lo borra
Quedará hasta que el
mundo se acabe.
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