miércoles, 18 de enero de 2017

VINO Y PAN


Vendimiamos con fragancia de sudor dulzón

un día de otoño

correría de duendes fue la espera y llegó

junto a un escuadrón de arcángeles chiquitos

la voz del niño de ojos tristes.

Ahí nos convertimos en héroes

éramos fuertes

sutilmente abandoné el lecho apasionado

amamanté la luna

acariciamos sólo en el bosque la frescura de una gacela tibia

que dejaba jalar rayos al sol

de la sonrisa pequeñita

cosechera de esperanza fui. Entonces
 
me esperaba un demiurgo solidario con ojos amarillos.
 
bebimos vino nuevo y el sabor del pan supo diferente.

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