sábado, 31 de agosto de 2019

ANA FRANK




No hables Ana.
Allá afuera hay mil demonios.
El silencio llora, clama ahora.
Las calles se han poblado de insomnio.
Hay ojos que oyen voces y oídos que miran.
Se respiran humores pestilentes de ira.

No hables Ana, no hables.
Si la ventana encuadra un pequeño cielo
Verás pájaros libres y árboles viejos
Que esconden nidos nuevos.
Los canales se detendrán coloreados de sangre,
De traviesos fantasmas con estrellas de oro.

¡Por favor, Ana, no hables!
Piensa en la gente buena que anda entre las calles
Cubiertas de metales y fuego que arde.
Silencio, por tu hermana, por Peter…
Por los que te traen comida y agua, arriesgando la suerte.
Allá entre las piedras está atenta la muerte.

No hables Ana, no hables. 


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