JARDÍN CREPUSCULAR
Por tu mirada violeta privada de sed y plata
Atraviesa el niño rústico cuyo corazón desgrana
Un murmullo de pájaros ruidosos, coloridos
Ronda por los espinillos su voz caediza y clara
Sentimental como alma de un pájaro de invierno.
Pobre peón de sueños, ceniza de latón y estrellas
Solitario en reposo sostenido por planetas.
Última llamarada de oro, recuerdos del viejo bosque
Tu honradez de primaveras olvidadas en cerezos
Con apariencia de jardín abrochado en mi memoria
Instalará un nuevo amanecer con ilusión de vida.
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